Precio del kilo de carne varía según dónde la vendan
Cada kilo de carne es comprado por los carniceros a los distribuidores entre Bs 2 mil 600 y Bs 3 mil. La vaca la adquieren entera y, una vez en el local, la deshuesan y le sacan los cortes que ofrecen al público
Un kilo de carne, bien sea un corte de primera o de segunda, va variando de precio hacia el alza según el cliente se vaya alejando del oeste de la ciudad. Un caso curioso se presenta en la parroquia La Candelaria, donde se observaron los precios más altos en las carnicerías visitadas en un recorrido.
En varios establecimientos del ramo, ubicados en la parroquia Sucre, un kilo de carne de primera (pulpa negra, chocozuela o ganso) se cotiza en Bs 4 mil 500, mientras que la misma cantidad del producto, pero en cortes de segunda (guisar, esmechar y costillas) no baja de Bs 4 mil 100.
En las neveras refrigeradas de dos establecimientos ubicados en la calle principal de Los Flores de Catia (que no poseen letreros con sus nombres visibles) se ve poca mercancía. Una señora pregunta por el precio de un kilo de molida y el dependiente se lo suelta a quema ropa: “Está en 4 mil 200 señora”. La doña abrió los ojos como luna llena y refunfuñó: “Qué va mijito, déjala ahí”, y se retiró.
“Siempre pasa lo mismo: la gente pregunta el precio y se va”, señaló el empleado del local.
Entre tanto en Quinta Crespo y en algunas carnicerías del centro de la ciudad, el precio de un kilo de primera oscila entre Bs 4 mil 500 y Bs 4 mil 800. El kilo del corte de segunda (la que más se consigue es la molida) se cotiza entre Bs 4 mil 200 y Bs 4 mil 350.
Hacia la avenida Andrés Bello ya se observa como los precios de la carne van aumentando. En la carnicería Portolusa, ubicada en la entrada de Pinto Salinas, el kilo de bistec sale en Bs 5 mil 500, mientras que el precio del kilito de segunda oscila entre Bs 4 mil 200 y 4 mil 300.
Una situación llamativa ocurrió en dos frigoríficos visitados en la parroquia La Candelaria, donde los dueños de los establecimientos redondearon el precio de los cortes de primera y de segunda y lo llevaron a Bs 5 mil 500.
En un local sin nombre, ubicado en la esquina de Puente Yánez, diagonal a la tienda Beco, se le preguntó a uno de los administradores la razón por la cual los precios estaban tan elevados en comparación con otras carnicerías y respondió que lo desconocía.
Un ama de casa que se encontraba en el lugar le hizo saber que los elevados costos le parecían “un abuso” y el empleado se encogió de hombros y le contestó a la doña que tenía dos opciones: “o la compra o la deja, señora”.
Todos los frigoríficos y carnicerías que fueron visitados ayer no contaban con áreas VIP, de las que se usan para que la clientela espere cómodamente mientras se le despachan sus pedidos.
Precios suben día a día
Los precios de la carne en sus diferentes cortes suben semanalmente, aunque los carniceros y dueños de frigoríficos no tienen claras las razones de este fenómeno.
Un comerciante, cuyo negocio está ubicado en la avenida Andrés Bello, estimó que los elevados costos de la proteína se deben a que el alimento concentrado que se utiliza en el engorde de los animales está “muy caro”.
“A mí me han dicho algunos distibuidores que en este momento hay poco pasto en las fincas y los ganaderos deben dar de comer al ganado alimento concentrado. El saco cuesta 60 mil bolívares. Por ello deben subir el precio del kilo de carne en pie”, argumentó.
Cada kilo de carne es comprado por los carniceros a los distribuidores entre Bs 2 mil 600 y Bs 3 mil. La vaca la adquieren entera y, una vez en el local, la deshuesan y le sacan los cortes que ofrecen al público. Los trastes (visceras y otras piezas) se venden aparte.
Todos concidieron en que el precio aumenta el doble, por la necesidad de cubrir sus costos, impuestos, salarios, electricidad y las bandejas donde se sirve el producto.
Muchos señalaron que la distancia del punto donde se mata el animal hasta Caracas también influye en los precios. Acotaron que la carne que llega a la capital proviene de Santa Bárbara del Zulia.
