Portugal realizará comicios legislativos el 4 de octubre
La convocatoria fue hecha por el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva en una alocución oficial
El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, anunció que el 4 de octubre es la fecha oficial para la celebración de nuevas elecciones parlamentarias, en momentos en los que la nación lusa vive en descontento por las medidas de austeridad que afectan a la población.
Desde la sede de la Presidencia portuguesa en Lisboa, Cavaco Silva informó que la convocatoria permitirá conformar un nuevo Gobierno con el apoyo mayoritario de los legisladores.
El mandatario destacó que tras estos comicios el gabinete que se forme debe ser sólido, estable y duradero.
“Todo proceso electoral es importante, pero en esta ocasión más aún. Portugal se juega mucho de cara a su futuro porque el país se encuentra sujeto a reglas financieras muy estrictas y exigentes. Por eso,es de vital importancia que la nueva legislatura esté marcada por la estabilidad política. Los portugueses tienen derecho a ello después de los sacrificios que han hecho”, dijo el mandatario en una alocución oficial.
Refirió que los gobiernos de todos los países de la Unión Europea “tienen un apoyo mayoritario”, por lo que invitó a que Portugal no sea una excepción.
Cavaco Silva pidió a los partidos que esta campaña electoral se celebre de forma esclarecedora y serena. Asimismo, apeló a todos los ciudadanos a ejercer su derecho al voto de forma libre, consciente e informada.
El 4 de octubre termina una legislatura que durará algo más de cuatro años, ya que el Gobierno actual inició su mandato en junio de 2011, tras un adelanto electoral.
El escenario político se vislumbra entre los tres mayores partidos del país, además de los socialdemócratas (PSD), socialistas (PS) y democristianos (CDS), así como los comunistas (PCP) y ecologistas (Os Verdes).
En la actualidad, los portugueses se encuentran descontentos porque el Gobierno actual cedió levemente la política de austeridad, decisión adoptada a cambio de un plan de ayuda internacional acordado en 2011, para sus presupuestos de 2015, aunque sin abandonar su objetivo de reducir el déficit a menos del 3 por ciento del Producto Interno Bruto.
A juicio de los habitantes de Portugal, estas medidas destruyen cientos de miles de empleos y generan pobreza y exclusión social.