Policía estadounidense “declara la guerra contra los afroamericanos”
El analista y sociólogo estadounidense, James Petras, informó este viernes que los conflictos se han extendido en varias ciudades de Estados Unidos (EE.UU.) luego de que esta semana la policía asesinara a dos afroamericanos. La indignación provocó que la noche de este jueves se registrara una protesta en Dallas, Texas, y en los enfrentamientos asesinaran a 4 policías, por lo que “a partir de hoy la policía declara la guerra contra afroamericanos”.
“Los conflictos entre la policía y la comunidad negra están profundizándose y extendiéndose en todo el país y la violación de derechos humanos afroamericanos han provocado un tiroteo y francotiradores afroamericanos están tirando contra policías blancos”, indicó Petras en entrevista concedida a La Radio del Sur.
El sociólogo señaló que la policía “ha dejado de respetar cualquier sistema legal y ha lanzado campaña para eliminar cualquier afroamericano que se atreva a criticar las políticas y normas existentes”.
Mencionó el entrevistado que el problema del racismo comienza con la discriminación en las escuelas. “En Chicago (por ejemplo) hay cientos de miles de estudiantes afroamericanos que no tienen adecuadas aulas” ni laboratorios de estudios. Criticó, en este contexto, que el presidente de la nación, Barack Obama no haya hecho nada en su gestión para generar empleos ni “oportunidades para mejorar las condiciones de vida” de los afroamericanos. “La presidencia de Obama es un fracaso total”, subrayó.
La noche de este jueves, fallecieron cinco policías en Dallas, cuando cuatro francotiradores abrieron fuego contra agentes policiales, durante una protesta por el asesinato de afroamericanos: Alton Sterling en Lousiana y Philando Castile en Minnessota.
Los hechos hacen recordar las protestas de 2015, a lo largo de toda la nación, bajo el lema Las vidas de los negros importan con motivo al aniversario de la muerte del joven afroamericano Michael Brown, de 18 años, asesinado por un policía blanco sin motivos en la ciudad estadounidense de Ferguson.
