ONU saldó hace ocho años deuda histórica de reconocimiento a los derechos de pueblos indígenas
Los derechos humanos son definidos por las Naciones Unidas como los derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Pese a esta premisa, un sector de la población del mundo permaneció excluido por más de cinco siglos: los pueblos indígenas.
No fue hasta el 13 de septiembre de 2007 cuando lograron su reconocimiento internacional como sujetos con igualdad de derecho, mediante la aprobación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
En este documento —que había sido debatido por un período de dos décadas, antes de su aprobación— se admitió que los hombres, mujeres y niños originarios fueron víctimas de injusticias históricas como consecuencia, entre otras cosas, del colonialismo.
Ante esta deuda social histórica, la declaración hace énfasis en el derecho de los pueblos indígenas a vivir con dignidad, a mantener y fortalecer sus propias instituciones, culturas y tradiciones y a buscar su propio desarrollo, determinado libremente de conformidad con sus necesidades e intereses.
"Los indígenas tienen derecho, como pueblos o como individuos, al disfrute pleno de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos", señala en su artículo 1.
Asimismo, la Declaración indígena establece que "los pueblos y los individuos indígenas son libres e iguales a todos los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus derechos, en particular la fundada en su origen o identidad indígenas".
También establece la garantía de los derechos a la libre determinación, a la autonomía o al autogobierno, a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales.
Igualmente, los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, su cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto.
Venezuela y Bolivia, ejemplo mundial
Ya en 1999, la Revolución Bolivariana había incorporado a los pueblos indígenas de Venezuela dentro de la Constitución, para consagrar todos sus derechos.
Con el triunfo del comandante Hugo Chávez se llama a Constituyente y se aprueba un capítulo especial para que los pueblos indígenas recibieran resguardo dentro de la Carta Magna, en la que incluso son reconocidos sus idiomas, así como los 40 pueblos indígenas conformados en toda la nación.
Asimismo, Bolivia —país con mayor porcentaje de población indígena de América Latina— promulgó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas como una ley nacional, haciéndola vinculante.