Negra Hipólita: El amor maternal de Simón
El próximo 8 de marzo, el Panteón Nacional acogerá los restos simbólicos de una de las mujeres fundamentales en la crianza de Simón Bolívar: la negra Hipólita, que lo amamantó y crío como un hijo más, para sembrar en él parte de los valores que alimentarían luego la gesta libertadora.
Hipólita nació en San Mateo, estado Aragua, en 1763. Era esclava de los Bolívar Palacios en la hacienda "El Ingenio", ubicada en la citada entidad central del país, y contrajo matrimonio con Mateo, también siervo de la familia en la hacienda "Santo Domingo de Macaire", en Caucagua, estado Miranda.
Pero, más allá de la dominación que supone la esclavitud, el azar le otorgó un rol distinto a Hipólita en la vida de Bolívar. La madre de él, María de la Concepción Palacios, se encontraba muy enferma al momento del nacimiento de Simón, en 1783, por lo que tuvo la necesidad de buscarle una nodriza.
Hipólita, quien quedó embarazada a los 19 años, dio a luz un mes después del nacimiento del Libertador, quien en sus primeros 30 días de vida fue amamantado por Inés Mancebo de Mijares, una matrona cubana y amiga de la familia Bolívar.
Luego de ese mes, la negra Hipólita asumió la alimentación de Bolívar, dándole el amor y calor que brinda una madre al amamantar, afecto que el pequeño Simón no pudo disfrutar plenamente con su progenitora, quien murió cuando él apenas tenía 9 años de edad.
Hipólita asumió un rol de madre, al criar y guiar al pequeño Simón, faceta en la que también tuvo participación la Negra Matea, cuyos restos también reposarán en el Panteón Nacional.
Ese amor de madre que Hipólita depositó en Bolívar fue reconocido por él en una carta que escribió a su hermana María Antonia, en la que reveló parte del sentimiento que lo unió a su segunda madre.
"Te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida", escribió el Libertador, quien insistió ante su familia en la necesidad de brindar apoyo a quien fuera su aya.
Ese afecto no solo los unió en los tiempos de crianza. Hipólita acompañó varios de los combates librados por Bolívar en 1813: los enfrentamientos de Puerto Cabello, en agosto de ese año, y la Batalla de Araure, el 5 de diciembre. También, estuvo presente en los combates librados en San Mateo en febrero y marzo de 1814, reseña el historiador Carmelo Paiva.
"Corto pero intenso fue el tiempo en que Hipólita está presente con Bolívar participando en lucha por la independencia. Era como una especie de inseparable asistente, quien desafiaba peligros y seguía a su hijo de crianza con heroica decisión, con integral apego, en vigilancia contra posibles atentados", reseña el especialista, en un texto publicado originalmente por la Academia Nacional de la Historia.
Los restos simbólicos de Hipólita, quien falleció en Caracas el 25 de junio de 1835, comienzan su periplo al Panteón Nacional este sábado desde la hacienda El Ingenio, donde se encontrarán con la representación de la Negra Matea, que partió el pasado miércoles desde San José de Tiznados, estado Guárico, para acudir también al recinto donde reposan figuras clave de la historia venezolana.
El traslado se realiza a través de una ruta denominada "Las que no se rinden", que proseguirá hacia el estado Miranda para sumar los restos simbólicos de la cacica Apacuana y avanzar hacia Caracas.
En la capital, organizaciones de mujeres e instancias del Poder Popular acompañarán el miércoles próximo el traslado de las tres heroínas al Panteón Nacional, actividad que también honrará el compromiso del comandante Hugo Chávez con las luchas feministas.