McDonald’s Japón se disculpa por el diente y los plásticos encontrados en su comida
Responsables de la filial japonesa de McDonald’s se disculparon hoy por varios casos denunciados por clientes como el un diente encontrado en unas patatas fritas o los de restos de plástico en trozos de pollo.
Dos altos directivos de McDonald’s de Japón ofrecieron una rueda de prensa en Tokio en la tuvieron que salir al paso de varios casos publicados en los últimos días que se suman a los problemas que la cadena de comida rápida estadounidense ha sufrido últimamente en el país asiático, su segundo mercado mundial.
Los directivos reconocieron que la compañía era consciente de que trozos de plástico de hasta tres centímetros han sido encontrados en piezas de pollo frito, procesadas por una planta en Tailandia.
Además, se refirieron al caso de un niño que se hirió la boca con un pedazo de plástico que estaba dentro en un helado y el de otro cliente que el pasado agosto había encontrado un diente en una ración de patatas fritas de un menú Big Mac de la cadena.
Hidehito Hishinuma, alto ejecutivo de McDonald’s en Japón, aseguró que “todos los casos se están investigando”, mientras que otro directivo, Takehiko Aoki, apuntó que su objetivo es que sucesos como estos no vuelvan a suceder.
La polémica llega después de que el pasado julio la filial japonesa de McDonald’s tuviera que retirar todos sus productos que contenían carne de pollo producida en China, tras el escándalo de la carne podrida supuestamente suministrada por una compañía china.
McDonald’s Japón, una de las dos empresas japonesas que se vieron afectadas por el caso, sustituyó aquellos productos aviares de origen chino por otros procedentes de Tailandia con el objetivo de recuperar la confianza de sus consumidores.
Además, el pasado diciembre McDonald’s tuvo que reducir el suministro de patatas fritas y empezó a servir solo raciones pequeñas debido a un retraso en la llegada de este producto, a raíz de las huelgas portuarias en Estados Unidos.
La compañía, que cuenta con más de 3.100 establecimiento en Japón, registró el pasado octubre unas pérdidas netas de 142,7 millones de dólares para 2014 en lo que supone sus primeros números rojos en 11 años.