Asimismo, el empresario George Washington de Oliveira Sousa, de 54 años, fue acusado formalmente de terrorismo tras confesar que construyó el ingenio introducido en un camión cisterna de transporte de combustibles.
La policía desactivó el artilugio antes de que el vehículo llegara al aeropuerto internacional de Brasilia.
Sospechoso de atentado contra Lula quería impedir que asumiera
El hombre frecuentaba el campamento instalado desde hace semanas frente a la sede del Ejército, donde decenas de bolsonaristas radicales, piden a los militares intervenir, para evitar que el presidente electo Lula da Silva acceda al poder.
Oliveira Sousa indicó que decidió elaborar un plan con los manifestantes del Cuartel General del Ejército para provocar la intervención de las Fuerzas Armadas y la declaración del Estado de sitio.
Señaló el sospechoso que pretendían impedir la «instauración del comunismo en Brasil», apuntó.
En su residencia, la Policía encontró dos escopetas, dos revólveres, tres pistolas, un fusil, municiones, uniformes de camuflaje y otras emulsiones explosivas.
«Lo que me motivó a adquirir las armas fueron las palabras del presidente Bolsonaro que siempre destaca la importancia del armamento civil», admitió el criminal.
Por su parte, la Justicia del DF convirtió en preventiva la detención en flagrante del empresario, después de audiencia de custodia. Con la decisión, estará encerrado indefinidamente.
La tarea de proteger a Lula preocupa a la Policía Federal, al percibir riesgos reales en la seguridad del fundador del Partido de los Trabajadores.
Al respecto, la escala de uno a cinco, creada para dimensionar el nivel de amenaza, los eventos con la participación de Lula son clasificados siempre en el nivel máximo.
Según la Ley Antiterrorista, se enmarca como terrorismo «usar o amenazar usar, transportar, guardar, portar o traer consigo explosivos, gases tóxicos y venenos».
Igualmente, se consideran contenidos biológicos, químicos, nucleares u otros medios capaces de causar daños o promover destrucción en masa».
La pena en el gigante suramericano por el crimen varía de 12 a 30 años de reclusión.
Detenido un bolsonarista que preparaba explosivos en Brasilia a pocos días de la toma de posesión de Lula