Opinión

La AN como tormento

 

La máquina del tiempo virtual les hizo ver que los 13 grupos de la MUD -aun con sus diferencias- habían alcanzado el poder

Después de aquel domingo de los comicios parlamentarios, los viudos de la Cuarta República se retrotrajeron a 17 años atrás. La máquina del tiempo virtual les hizo ver que los 13 grupos de la MUD -aun con sus diferencias- habían alcanzado el poder. ¡Qué Ejecutivo, qué CNE, qué Poder Ciudadano, qué TSJ! Nada tiene valor para ellos. Lo único legítimo -según razonan- es la AN, porque es producto de la elección popular (¿?). ¿Es que acaso a Nicolás Maduro lo eligieron los extraterrestres? Son más de siete millones de venezolanos que lo respaldaron en abril de 2013.

Pero, qué va, la MUD en la AN no digiere esto. Después del 6-D, la AN dirigida por Ramos Allup anda como un caballo desbocado, sin freno. No hay consejo que valga. El pobre Edgar Zambrano corre de un lado a otro en el Hemiciclo, baja y sube hasta el presidium, tratando de calmar a un desaforado Ramos Allup que no entra en razón. Parodia al rey Francés Luis XIV, que dijo: “L’ État, c’est moi”.

Ya vamos para los 90 días del 6-D, y esto tiene a Ramos Allup con mucho desasosiego. La estrategia política que se trazó no rinde sus frutos. Contrataron a un pool de bufetes de abogados que están pariendo leyes como chorizos sin respetar la más mínima técnica legislativa. Párrafos incoherentes, contradictorios, sin ilación, son las características de estos textos: los llamados proyectos de amnistía y el de producción nacional van por esa línea.

La MUD está preñada de contradicciones. Ha debido presentar esta semana la llamada “ruta del cambio” -ya que fue lo que prometió-, y no se puso de acuerdo en esto. En su interior la MUD se plantea construir una “hoja de ruta” que les permita recorrer unidos la batalla que se han propuesto para sacar a Nicolás Maduro del poder; lo cual se avizora como “el cambio que no llega” o “el cambio que no vendrá”.

El martes, HRA declaró a la prensa: “El Gobierno debe resignarse a que no controla la Asamblea”, y como retruco se le responde: “HRA debe resignarse a que no controla el gobierno”. Ese mismo martes -a propósito del informe que presentó la Comisión sobre el nombramiento de 13 magistrados del TSJ- el Máximo Tribunal dio a conocer la sentencia número 9, donde desmonta dicho informe. Ramos Allup quedó estupefacto: el TSJ lo mató.

Profesora UCV

/N.A

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