Ciencia y Tecnología

Ivic realiza curso de actualización sobre el cáncer

En el cáncer las células con mayor proliferación, causantes de los tumores, suelen ser las más susceptibles a los tratamientos tradicionales como la radioterapia, la quimioterapia y las terapias dirigidas. Sin embargo, otro grupo de lenta reproducción resiste estas terapias, adquieren la capacidad de generar metástasis y pueden ser responsables de la reincidencia.

Estudiar los mecanismos que emplean estas células malignas de baja proliferación para sobrevivir en las condiciones más adversas es uno de los enfoques necesarios en las investigaciones sobre el cáncer, pues los datos facilitarán el diseño de estrategias terapéuticas más eficientes. Así se dio a conocer en el curso de actualización de Biología Celular y Molecular del Cáncer, dictado en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) por el investigador titular de la institución, Manuel Rieber, quien también es Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Oncología y Miembro Emérito de la American Association for Cancer Research.

El taller estuvo dirigido a profesionales de la salud y a estudiantes de posgrado en las áreas de Inmunología, Bioquímica, Microbiología y Biofísica del Ivic y de otras instituciones biomédicas.

Los tratamientos en cáncer se han centrado principalmente en destruir células proliferantes que albergan mutaciones, pero hay que considerar que las lesiones inflamatorias crónicas promueven la aparición de células cancerosas de lenta proliferación y de escasa respuesta a tratamiento. Incluso se ha determinado que la disfuncionalidad de algunos genes supresores de tumores, como el p53, aumentan el riesgo de severidad de la enfermedad” consideró Rieber, quien ha dedicado más de 40 años al estudio de esta enfermedad.

Formación en beneficio de la salud

El término cáncer agrupa a un conjunto de enfermedades que pueden afectar a diversos órganos y tejidos y suele caracterizarse por la multiplicación rápida de células anormales. Es la segunda causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) registraron 14 millones de nuevos casos durante 2012, cifra que se estima incremente en 70% durante los próximos 20 años.

El principal problema en el tratamiento de pacientes oncológicos reside en cómo enfrentar los casos de metástasis y de recurrencia que son los que tienen efectos más severos, según detalló el especialista.

La biología molecular ofrece un aporte sustancial en la tarea de identificar y evaluar los cambios celulares ocurridos, así como los genes involucrados en la resistencia a tratamientos antitumorales, para facilitar la búsqueda de terapias más eficaces.

La heterogeneidad del cáncer dificulta su tratamiento. Esta cualidad resulta de su capacidad de adaptación a diferentes nichos donde le sea más favorable invadir”, mencionó la investigadora del Ivic y médico, Mary Strasberg – Rieber.

Formar a personal capacitado para dilucidar y comprender estos mecanismos celulares ocurridos tanto en la enfermedad como en la aplicación de los tratamientos es de gran importancia para mejorar la calidad de vida de los pacientes, indicó la profesional asociada a la investigación del Ivic, Valery Chávez.

Durante una semana el taller abrió un espacio para la discusión y la comprensión del comportamiento de la enfermedad. “La idea de tomar este curso es ampliar nuestros horizontes y perspectivas para darle una mejor alternativa a nuestros pacientes en clínica”, afirmó el médico adjunto del Servicio de Inmunología y Alergología del Hospital Militar “Dr. Carlos Arvelo”, Reinaldo Reina, quien formó parte de la actividad.

La actualización profesional es otro valor de la participación en el curso. “Es importante que quienes trabajen con pacientes o en investigación estén al tanto de los avances en esta área, porque eso permite aplicar nuevas técnicas que beneficien y promuevan la salud”, puntualizó la estudiante de posgrado y profesional asociado a la investigación del Ivic, Whendy Contreras.

En sus recomendaciones la OMS plantea a la aplicación de estrategias resultantes de la experimentación científica como colaborada en la prevención y control del cáncer. La detección a tiempo y el tratamiento adecuado aumentan las probabilidades de curación en los pacientes. De igual manera, el ente de salud sugiere la modificación de ciertos factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, el consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos ricos en azúcar, la exposición a radiaciones y a la contaminación ambiental.

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