Inmerca exige al Estado priorizar distribución de alimentos al consumo doméstico (+ Audio)
Franco Manrique manifestó que el Estado venezolano le ha dado primacía a la empresa privada respecto al uso de estos rubros para la elaboración de “chucherías, refrescos y dulces porque utilizan azúcar de origen industrial, en cambio los anaqueles para consumo doméstico están fallos”
El presidente de la Integral de Mercados y Almacenes (Inmerca), Franco Manrique, consideró este jueves que la distribución de azúcar, café, harina de maíz precocida y leche debe estar dirigida con prioridad al consumo doméstico.
Al ser entrevistado en el programa Temprano Con que transmite YVKE Mundial, Manrique manifestó que el Estado venezolano le ha dado primacía a la empresa privada respecto al uso de estos rubros para la elaboración de “chucherías, refrescos y dulces porque utilizan azúcar de origen industrial, en cambio los anaqueles para consumo doméstico están fallos”.
El presidente de Inmerca insistió en la necesidad de revertir esa relación para hacer énfasis en la producción de azúcar, café, harina de maíz precocida y leche para consumo familiar. “Esta decisión la debe tomar el Gobierno Nacional y, ahí es donde digo que se debe aplicar el principio de autoridad en cuanto a regir el área de alimentos”.
Franco Manrique recordó que la alimentación del pueblo es un derecho constitucional y el Estado debe velar porque se cumpla. “También es necesario decirle a la población que cese las constantes compras nerviosas porque el desabastecimiento de ahorita se debe a esa irregularidad”, asintió.
El titular de Inmerca aseguró que las reservas de alimentos de mes y medio para un supermercado se está consumiendo en una semana. “¿Esto qué significa? Que estamos llenando los depósitos domésticos de comida y se nos pueden estar dañando por el nerviosismo de estar acaparando”.
Por último, Franco Manrique aseveró que Inmerca está a la espera de un código para la distribución de alimentos en mercados municipales de Caracas, cuyo negocio no quedaría en manos del empresariado privado o de buhoneros que, a su juicio, juegan con las necesidades del pueblo.