Hace 135 años nació el líder vietnamita Ho Chi Minh
Creció dentro de una familia confuciana patriótica, en el pueblo de Kim Lien

“Nuestra nación, nuestro pueblo, nuestra patria, las montañas y los ríos de nuestro país dieron a luz al presidente Ho Chi Minh, un gran héroe nacional, y fue él quien hizo brillar a nuestra nación, a nuestro pueblo y a los ríos de nuestro país”
La vida del presidente Ho Chi Minh es el símbolo más hermoso del patriotismo y el heroísmo revolucionario en Vietnam. Es la cristalización resplandeciente de la moralidad, la sabiduría, el temple, la conciencia de la nación y de la era.
Nacido en una familia confuciana patriótica, en el pueblo de Kim Lien, distrito de Nam Dan, provincia de Nghe An, un campo rico en tradiciones históricas, culturales y revolucionarias, el presidente Ho Chi Minh pronto absorbió el espíritu de un patriotismo apasionado, un profundo amor por el pueblo y la tenaz e indomable voluntad de lucha de nuestros ancestros. Al ver a la nación dominada por extranjeros y las luchas de nuestro pueblo contra los colonialistas franceses en diferentes direcciones para la salvación nacional, marcada por sucesivos fracasos, por el derramamiento de sangre de muchos mártires ancestrales y de nuestro pueblo, pero sin conquistar la independencia y la libertad, fue forjando la decisión de salir en busca del nuevo camino de salvación nacional y de pueblo.
Con ferviente patriotismo y voluntad, ardiente deseo de liberar a la nación, el 5 de junio de 1911, Nguyen Tat Thanh- Ho Chi Minh partió del puerto de Saigón, iniciando su búsqueda para encontrar la manera de salvar el país. Con especial visión política, decidió ir a Occidente, la cuna del colonialismo, la tierra de las revoluciones burguesas, para conocer qué se escondía detrás de las palabras Libertad, Igualdad, Fraternidad; ver cómo les iba a Francia y otros países y luego volver a ayudar a sus compatriotas.
Viajando por los cinco continentes y los cuatro océanos para estudiar y aprender sobre las revoluciones modélicas, estudiar muchas teorías y caminos de lucha de la clase obrera y el pueblo de los países coloniales, finalmente llegó al marxismo-leninismo, donde encontró la luz de la verdad de la era, el camino de la liberación nacional, la emancipación social y humana. Y concluyó: «Para salvar al país y liberar a la nación, no hay otro camino que la revolución proletaria»[1].
Asimilando y aplicando creativamente el marxismo-leninismo, construyó gradualmente el sistema teórico de la revolución de liberación nacional, conforme a la realidad vietnamita, identificando correctamente los objetivos, caminos, fuerzas participantes, fuerzas de liderazgo, así como métodos revolucionarios, y preparó activamente todos los elementos para fundar un partido político revolucionario en Vietnam.
En la primavera de 1930 presidió la Conferencia fundacional del Partido Comunista de Vietnam y aprobó la primera Plataforma Política del Partido. Ello marcó un viraje histórico transcendental al poner fin a la larga crisis de los lineamientos políticos y organizativos de los movimientos patrióticos vietnamitas. El nacimiento del Partido reafirmó la visión, el papel, la fuerza de voluntad, la inteligencia y el prestigio del presidente Ho Chi Minh; aplicar el marxismo-leninismo a la fundación de un partido revolucionario genuino para dirigir la revolución vietnamita fue su gran y creativa contribución.
Después de casi 30 años de recorrer el extranjero, el presidente Ho Chi Minh regresó al país el 28 de enero de 1941 para dirigir la revolución. Presidió el VIII Pleno del Comité Central del Partido (mayo de 1941), decidiendo cambiar el rumbo de la estrategia revolucionaria en consonancia con los rápidos cambios de la situación internacional e nacional, poniendo al frente la tarea de la liberación nacional, organizando la movilización y reagrupando las fuerzas de toda la nación; estableciendo el Frente Viet Minh; construyendo fuerzas y bases armadas, creando mareas revolucionarias vibrantes y poderosas en todo el país.
En agosto de 1945, con un pensamiento político extremadamente sensible y agudo, pronósticos precisos, análisis oportunos y exhaustivos de la situación nacional e internacional, considerando madura la oportunidad revolucionaria, el presidente Ho Chi Minh decidió: «Incluso si tenemos que quemar toda la cordillera de Truong Son, también debemos conquistar resueltamente la independencia nacional»[1], «poner nuestras fuerzas para liberarnos».
Bajo la dirección del Partido fundado por Ho Chi Minh, nuestro pueblo se levantó para romper las cadenas de esclavitud durante más de 80 años del régimen colonial, abolió el milenario régimen feudal, estableció la República Democrática de Vietnam, el primer Estado democrático popular del Sudeste Asiático, abriendo así la era más brillante en la gloriosa historia de la nación, la Era de Ho Chi Minh.
Tras el triunfo de la Revolución de Agosto en nuestro país, los enemigos internos y externos se confabularon para derrocar al naciente gobierno revolucionario, a fin de imponer nuevamente el yugo del dominio sobre nuestro país. Frente a una situación sumamente peligrosa, el presidente Ho Chi Minh y nuestro Partido dirigieron a todo el pueblo a luchar al mismo tiempo contra tres de enemigos: «el enemigo del hambre», «el enemigo de la ignorancia» y «el enemigo invasor extranjero».
Con una táctica astuta y flexible, condujo al barco revolucionario vietnamita a través de grandes desafíos y peligros, en una situación de «miles de kilogramos colgando de un sólo cabello». Pero aprovechaba el tiempo para acumular fuerzas en todos los campos, mientras se esforzaba por defender y consolidar el gobierno revolucionario recién establecido, que era aún muy joven.
Ante el intento de los colonialistas franceses de invadir nuevamente nuestro país, el 19 de diciembre de 1946, el presidente Ho Chi Minh lazó el Llamamiento a la Resistencia Nacional, exhortando a todo el pueblo a unirse y aunar esfuerzos para llevar a cabo la guerra de resistencia, con voluntad férrea: «Es preferible sacrificarlo todo antes que perder nuestro país y volver a la esclavitud”[2].
Bajo la dirección correcta del Partido, enarbolando la bandera de «resistencia y construcción nacional» de Ho Chi Minh, nuestro Ejército y pueblo derrotaron los planes militares del enemigo, lo que culminó con la histórica victoria de Dien Bien Phu, «espléndida en los cinco continentes y que sacudió al mundo».
Luego de culminar con éxito la guerra de resistencia contra los colonialistas franceses, el Norte quedó completamente liberado, nuestro pueblo entró en un nuevo período revolucionario, realizando simultáneamente dos tareas estratégicas: construir el socialismo en el Norte y continuar la lucha por culminar la revolución democrática popular nacional en el Sur.
En la causa de la construcción del socialismo en el Norte, el presidente Ho Chi Minh aplicó y desarrolló creativamente el marxismo-leninismo, junto con nuestro Partido, en la formulación de directrices y en la dirección del pueblo para impulsar el desarrollo socioeconómico, fortalecer la construcción del Partido, consolidar el gobierno democrático popular, poner en juego la fuerza del gran bloque de unidad nacional, construir una nueva cultura, un nuevo hombre socialista, etc… haciendo al Norte cada vez más fuerte en todos los aspectos, convirtiéndolo en una sólida retaguardia para el gran frente del Sur.
La liberación del Sur y la reunificación nacional fueron la aspiración ardiente y la preocupación constante del presidente Ho Chi Minh. Una vez dijo: «¡La nación vietnamita es una, el pueblo vietnamita es uno![1]. Podrán los ríos secarse y las montañas desgastarse, pero esa verdad jamás cambiará»[2]; «La imagen del Sur siempre está en mi corazón»[3].
Antes de su partida física, dejó para todo el Partido y el pueblo su histórico Testamento, en el que reafirmó una voluntad firme, una determinación férrea y una convicción verdaderamente victoriosa: “No importa cuántas dificultades y penalidades nos depare el futuro, nuestro pueblo está seguro de que obtendrá la victoria total. Los imperialistas norteamericanos tendrán que retirarse. Nuestra Patria será reunificada. Nuestros compatriotas del Norte y del Sur se reunirán bajo el mismo techo»[4].
Cumpliendo su legado, todo el Partido, el pueblo y el ejército han hecho gala de alto heroísmo revolucionario, de la fuerza de la unidad nacional combinada con la fuerza de la época, logrando una gran victoria en la causa de la guerra de resistencia contra los yanquis, por la salvación nacional, que culminó en la histórica campaña de Ho Chi Minh, que liberó totalmente el Sur y logró un Vietnam unificado, abriendo así una nueva era en la historia de nuestro país, la era de la independencia, la unificación, la paz y del avance de todo el país hacia el Socialismo.
[1] Ho Chi Minh: Obras Completas, ibídem, tomo 14, página 532.[2] Ho Chi Minh: Obras Completas, ibídem, tomo 4, página 280.
[3] Academia Política Nacional Ho Chi Minh, Instituto de Ho Chi Minh y líderes del Partido: Ho Chi Minh – Cronología de currículum, Editorial Política Nacional, Hanói, 2018, tomo 8, página 230.
[4] Ho Chi Minh: Obras Completas, ibídem, tomo 15, página 623. [1]. Academia Política Nacional Ho Chi Minh, Instituto de Ho Chi Minh y líderes del Partido: Ho Chi Minh – Cronología de currículum, Editorial Política Nacional, Hanói, 2018, tomo 2.
[2] Ho Chi Minh: Obras Completas, ibídem, tomo 4, página 534. [1]Partido Comunista de Vietnam: Documentos completos. [1]. Ho Chi Minh: Obras Completas, ibídem, tomo 12, página 30.




