Grupos fascistas serán denunciados por atacar caravana de Lula en Brasil
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) Gleisi Hoffmann anunció que interpondrá una denuncia internacional sobre la presencia de grupos fascistas en el sur de Brasil.
Desde el comienzo de la Caravana Lula por Brasil -la etapa sur- el pasado lunes 19 de marzo en la ciudad gaúcha de Bagé, grupos de extrema derecha atacaron la caravana del ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, de cara a las elecciones presidenciales previstas para octubre de este año.
“Estamos haciendo una denuncia internacional sobre la existencia de grupos organizados en Brasil, que se mostraron ahora de forma clara en el sur del país y que tiene la clara intención, no de hacer el embate, la disputa política, sino de impedir que el presidente Lula, el PT, las fuerzas populares puedan tener tránsito, que no se pueda hablar con la población e incluso amenazando la integridad física de militantes y de los propios ex presidentes”, afirmó.
Agregó que en la caravana iban Lula y la presidenta Dilma Rousseff, “estábamos con dos ex presidentes de la República, ya habíamos oficiado al gobierno de facto de Michel Temer sobre ello y también a las fuerzas de seguridad nacionales”.
“El Estado fue advertido de las manifestaciones violentas, porque no se trataba de manifestaciones pacíficas de oposición; en cuanto a eso no tenemos ningún problema y sabemos afrontar; y no tuvimos, por parte de la policía, la efectiva correspondencia a ese pedido. Lamentamos mucho que el Estado no pueda imponer el orden que se necesita”, expresó Hoffmann.
La dirigente del PT lamentó la ausencia de autoridad del Estado brasileño en relación a la seguridad de los ex presidentes y su comitiva. De igual modo, afirmó que el PT está investigando quién está detrás de las manifestaciones.
El viernes 23 de marzo, varios grupos violentos bloquearon la entrada de la ciudad brasileña de Passo Fundo, armadas con palos, piedras y cadenas, dispuestos a atacar a los autobuses de la comitiva del ex presidente.
Ante esta acción violenta, Lula y la presidenta Dilma Rousseff tuvieron que cambiar la ruta e ir directamente a São Leopoldo, último destino de la caravana en Rio Grande do Sul, después de que la Policía Militar del Estado afirmó que no podía garantizar la seguridad del ex mandatario.
Los relatos de personas que estuvieron en la entrada de Passo Fundo, dieron cuenta de la postura condescendiente de la Policía Militar del Estado en relación a las manifestaciones violentas de la derecha.