Grecia cierra la puerta a la Troika
Europa mira estos días Grecia, y no solo las grandes Empresas o la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea), sino todos y cada uno de los rincones donde la crisis económica ha devastado a los trabajadores, a las familias, a los migrantes y todas las libertades construidas en las últimas décadas.
Las políticas de austeridad y la economía salvaje que vive este país hacen que el 25 de enero se convierta en el cerrajón a las exigencias internacionales sobre la economía de los ciudadanos. Pero claro, todo tiempo nuevo viene de la mano de un mundo solidario, social y comprometido con los pueblos, oferta que plantea la formación de izquierda Syriza.
Este grupo político se presenta como la principal alternativa en Grecia, en particular a los partidos tradicionales que han cedido la soberanía nacional a los intereses de los mercados capitalistas. Normas de fuerzas que han asfixiado a los griegos y que deja una deuda que se ha disparado un 170% del PIB nacional.
Las exigencias de la Unión Europea han llevado a un incremento del desempleo, la falta de acceso a los derechos fundamentales como vivienda o educación, y aún más grave, 3 millones de griegos han sido excluidos de la sanidad pública, esa que ellos mismos pagaron con sus fondos.