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Gobierno francés reconoce aumento del racismo

El Gobierno francés anunció este viernes que destinará 100 millones de euros en los próximos tres años a luchar contra el racismo y el antisemitismo al reconocer que esos fenómenos crecen con fuerza en la nación. "El racismo, el antisemitismo, el odio hacia los musulmanes, los extranjeros y la homofobia aumentan de manera insoportable en nuestro país", admitió el primer ministro Manuel Valls, al presentar un plan al respecto.

El plan consta de unas 40 medidas que conciernen principalmente al campo de la justicia, Internet y la educación.

Internet no es una zona sin ley. Por ello, será creada en el Ministerio del Interior una unidad nacional de lucha contra los contenidos ilícitos, remarcó Valls.

Explicó que si el parlamento sigue las propuestas del Gobierno, el racismo y el antisemitismo devendrán "circunstancia agravante" para todos los crímenes y delitos.

El alto funcionario apuntó que trabajarán para que ningún incidente de este tipo quede sin respuesta en el entorno escolar. En esa dirección, se dispondrán los medios y equipos en aras de formar y asesorar a los maestros y a los trabajadores sociales.

A nivel nacional se lanzará una campaña de comunicación y se realizarán acciones en las localidades.

El pasado 20 de enero, a pocos días de los atentados en París que acabaron con la vida de 17 inocentes, Valls admitió ante medios de prensa que en este país existe un apartheid territorial, social y étnico, una afirmación apoyada por el 54 por ciento de los franceses.

El Primer Ministro expresó que esos acontecimientos subrayaron muchos de los males que aquejan a la nación y los desafíos que deben enfrentar.

A ello se unen todas las fracturas, tensiones que se alimentan desde hace tiempo y de las cuales se habla poco, como la relegación peri-urbana y los guetos. En muchos barrios existe esta sensación de que no hay esperanza. La República debe reconectar con ella, añadió.

Desde los atentados ha sido evidente sobre todo el incremento de actos contra judíos, musulmanes y otras formas de discriminación. En las escuelas aumentaron los incidentes principalmente durante los minutos de silencio en homenaje a las víctimas de los ataques.

También se arreciaron los controles estatales en el entorno digital y los procedimientos judiciales por apología del terrorismo, a la vez que crecieron los cuestionamientos en torno al respeto a la libertad de expresión.

Asimismo, el Ejecutivo defiende un polémico proyecto de ley de inteligencia que genera críticas en diferentes sectores de la sociedad.

El mismo forma parte del arsenal legal impulsado por el Gobierno para autorizar prácticas de espionajes con el alegado objetivo de combatir el terrorismo, un mal que considera una elevada amenaza para el país.

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