Firma del Tratado de Comercio Transpacífico golpea proceso de integración latinoamericana
"Esta anexión al TCT significa un retroceso, porque se vuelve a una especie de restauración hegemónica del neoliberalismo, tratado que lo lideran Estados Unidos, Japón y Canadá”, detalló el parlamentario
El diputado Rodrigo Cabezas, presidente de la Comisión de Asuntos Económicos, Deuda Social y Desarrollo Regional del Parlatino-Venezuela, aseguró que la incorporación plena de los gobiernos de Perú y Chile al Tratado de Comercio Trasnpacífico (TCT) atenta contra el proceso integracionista de América Latina.
“Los gobiernos de ambos países (Chile y Perú) le deben una explicación a los pueblos de Suramérica por haberse incorporado formalmente al Tratado de Comercio Transpacífico, dado que le dan un serio golpe a las posibilidades de integración de América Latina y, particularmente, al intento que se hace desde la Celac y Unasur por buscar avanzar en materia de integración económica y productiva. Esta anexión al TCT significa un retroceso, porque se vuelve a una especie de restauración hegemónica del neoliberalismo, tratado que lo lideran Estados Unidos, Japón y Canadá”, detalló el parlamentario.
El economista venezolano explicó que en medio de esta decisión de Chile y Perú, América Latina queda rezagada a los acuerdos globales de comercio, pues los grandes bloques potencias se encuentran firmando tratados de desarrollo entre sí. “Estados Unidos y la Unión Europea discuten un acuerdo de inversión, otro entre EE.UU y Japón y este último también con la Unión Europea, lo que demuestra que América Latina quedó rezagada de estos grandes acuerdos de comercio que no sólo se limitan a disminuir aranceles para propiciar comercio mundial, sino que incluyen otros elementos fundamentales como: compras del Estado, patentes de medicamentos, entre otros”, reflexionó.
Cabezas criticó que en pleno siglo XXI, existan tratados contra los intereses de los sectores populares de esas naciones, pues cualquier invención, en lo que a medicina respecta, la población podrá tener acceso a los medicamentos genéricos 12 años después, mientras que las invenciones científico-técnicas de dominio público, sólo se podrán hacer 90 años posterior a la muerte de su inventor. “Al tratarse de una apertura total, para los casos de países de bajo nivel de desarrollo científico-tecnológico, afecta la posibilidad de desarrollo industrial, en este ocasión de Chile, Perú y México que también que suscribieron dicho acuerdo”.
El también Presidente de la Comisión de Economía de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), especificó que existe una clara ofensiva del gobierno de los Estados Unidos para salvar su industria y garantizar mercados de exportación en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, debido a que se les obliga a bajar todos los aranceles a cuota cero.
El diputado latinoamericano realizó un llamado a los órganos de dirección la integración latinoamericana y caribeña (Celac y Unasur), para que observen que estos procesos deben ser enfrentados unidos y conformados como un bloque latinoamericano. “si cada nación responde por su lado a los procesos de globalización del comercio, pues la voz de América Latina no será escuchada en el siglo XXI (…) La única manera que no nos hagan compartimientos estancos los acuerdos de los países desarrollados o las tres grandes fábricas: Asia, Europa y EE.UU., es que nosotros podamos llegar a un acuerdo de integración global en América Latina que nos permita constituirnos como un bloque que discuta en conjunto frente a estos grandes intereses de las transnacionales”.
Igualmente indicó que la firma del TCT hecha por Chile y Perú, acepta que Estados Unidos, Canadá y Japón puedan ofrecer subsidios a sus productores agrícolas, mientras que para estas naciones suramericanas no poseen acceso a algo que debería ser recíproco, lo cual calificó como “inaudito”.
Asimismo, exhortó a los órganos de conducción integracionistas de Latinoamérica a acelerar la integración productiva y que la nueva arquitectura financiera planteada para la región deje de ser retórica y se manifieste en la práctica.
Dijo que es casi “vergonzoso” que no haya sido posible instalar el Banco del Sur, cuando su acta constitutiva fue firmada el 6 de diciembre de 2007. Ante esta situación Cabezas explicó que “es posible situar otras instancias como un fondo de reservas o de estabilización macroeconómica, propiciar un acuerdo de utilización de nuestros propios mercados de valores en América Latina, así como el manejo de mecanismos de compensación monetaria que no permitan utilizar el dólar ni el euro como divisas, sino las monedas nacionales. Hay un trecho que se puede cumplir y que, lamentablemente, se ha desacelerado sin ninguna explicación”, finalizó.