FAO y Gobierno venezolano desarrollan sistema para planificación del abastecimiento
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) trabaja en conjunto con el Gobierno Bolivariano en el desarrollo de un sistema para planificar la producción y adquisición de alimentos en el país.
El representante de la FAO en Venezuela, Marcelo Resende, informó que desde hace cuatro meses se trabaja en este plan que permitirá tener una base de datos sobre el consumo y la disponibilidad de los alimentos.
En una entrevista para el Correo del Orinoco, explicó que el sistema aportará la información necesaria para planificar el suministro de los alimentos y la producción que necesita el país. En su opinión, la organización es un elemento clave para que el Gobierno continúe garantizando la seguridad alimentaria del venezolano.
Respecto a los problemas coyunturales de abastecimiento que sufre el país, Resende señala que "no hay ningún país del mundo que logre planificar el suministro de alimentos con la especulación".
Seguridad Alimentaria
Marcelo Resende afirma que, a pesar de problemas estructurales como la inflación, la producción deficitaria y el acaparamiento, el Gobierno Bolivariano ha mantenido las políticas sociales necesarias para distribuir justamente la renta petrolera y, de esa forma, garantizar la seguridad alimentaria.
Recalca que Venezuela "tenía 4 millones de personas con hambre en 1990 y hoy el hambre no es un problema grave para el pueblo venezolano", ya que, la disponibilidad calórica por persona es de 3 mil calorías diarias.
Destaca que el aumento del salario mínimo en concordancia con la inflación para asegurar el alimento de la familia venezolana es una política social ejemplar para otros países.
Agricultura urbana, desafío del futuro
El representante de la FAO informa que se está avanzando de la mano con el Ministerio de la Alimentación para promover la agricultura urbana, impulsada previamente por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, como una alternativa para cubrir una cuota de la demanda alimentaria en las ciudades.
Indica que se está planificando un encuentro para el mes de marzo donde se expondrán las virtudes y las limitaciones de la agricultura urbana con el fin de diseñar un plan para el reimpulso de esta forma de producción.
Señala que si se consigue que los planteles educativos produzcan sus alimentos ya será un gran logro.
Resende hace énfasis en la importancia de la agricultura urbana como vía para impulsar una cultura de convivencia con la tierra y de producción agrícola. Plantea que esto serviría para desplazar la “cultura rentística” que está muy arraigada en la “mentalidad del pueblo”.
