FAO presentó nuevas proyecciones para Latinoamérica y el Caribe
Los participantes constataron los progresos en cuestiones de género y los pueblos indígenas, y el respaldo al Plan para 2025 de la Seguridad Alimentaria
Debates efectuados aquí por representantes de la FAO, ministros de agricultura y otros funcionarios permitieron a este organismo trazarse nuevas proyecciones en pos de la seguridad alimentaria en Latinoamérica y el Caribe.
Los más de 600 participantes en la XXXV Conferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO), que concluyó el fin de semana, analizaron las vías para poner fin al hambre y erradicar todas las formas de malnutrición en el área.
También enfocaron su trabajo en implementar una agenda transformativa del desarrollo sostenible y una agricultura resiliente al cambio climático, el cual afecta seriamente la producción de alimentos.
Relacionado con el primero de esos temas, la conferencia, que incluyó una reunión de oficiales superiores de la FAO, reconoció que pese a los avances de las últimas décadas, la región estaba experimentando un período de retroceso en los progresos hacia la reducción de la inseguridad alimentaria.
Asimismo, concordó en que tiene lugar un aumento alarmante del sobrepeso y la obesidad y de las carencias de micronutrientes, y destacó el rol de los gobiernos y las sociedades en su conjunto para enfrentar este triple desafío.
Se expresó el reconocimiento por el apoyo de la FAO en el diseño e implementación de políticas y la asignación de recursos en favor de la seguridad alimentaria y la nutrición, mediante la ejecución de programas nacionales de alimentación escolar vinculados a la agricultura familiar.
También valoró positivamente proyectos puestos en práctica relacionados con educación sobre nutrición, capacidad para monitorear los indicadores de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) el apoyo a los Frentes Parlamentarios contra el Hambre ( actualmente ya existen una veintena en la región).
Igualmente los participantes constataron los progresos en cuestiones de género y los pueblos indígenas, y el respaldo al Plan para 2025 de la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ( Plan San Celac).
La Declaración Final recomendó a la FAO la adopción de más de 20 acciones, en primer lugar apoyar a los Estados miembros en el desarrollo de un enfoque de políticas destinado a los territorios afectados por la prevalencia del hambre, la pobreza extrema y la vulnerabilidad al cambio climático.
Sugirió al organismo proyectarse en la ayuda a los gobiernos, en colaboración con otras agencias de ONU, en el perfeccionamiento de sus instrumentos de política, a fin de lograr cambios sustantivos en las condiciones de seguridad alimentaria y nutrición de las comunidades rezagadas.
Recomendó asimismo el apoyo para el fortalecimiento y preparación de programas e iniciativas nacionales, regionales y globales vinculadas al uso sostenible de la biodiversidad y los recursos naturales, y la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos.
Entre otras proyecciones, la FAO respaldará la elaboración de estrategias y políticas para la conservación y rehabilitación de bosques y suelos degradados, alentando a los países en invertir en agrosilvicultura y sistemas de producción orgánica y agroecológica.
Se puso de manifiesto la necesidad de adoptar un código de conducta voluntario destinado a la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos, y un mayor apoyo a la agricultura familiar, así como un nuevo impulso a la pesca y la acuicultura.
En la apertura oficial de la conferencia, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, afirmó el compromiso de su país con la Agenda 2030 y los ODS y recalcó la importancia de que el Caribe avance hacia una agricultura y un desarrollo rural sostenibles y resilientes al cambio climático.
El ministro jamaicano de Industria, Comercio, Agricultura, Ganadería y Pesca, Karl Samuda, quien presidió la conferencia durante sus cuatro sesiones de trabajo, destacó la importancia de crear un sector agrícola eficiente y competitivo.
Cooperación Sur -Sur
La necesidad de
un despliegue mayor de la Cooperación Sur-Sur fue planteada en casi todas las sesiones del foro y en una rueda de prensa, en la que el director general de la FAO, José Graziano de Silva, llamó a expandirla con más celeridad.
Esta es una realidad que se impone día tras día y tiene un gran potencial, sostuvo.
Da Silva agradeció el apoyo de Cuba a la FAO en esa esfera y propuso replicar la experiencia de los médicos cubanos que prestan sus servicios en cualquier lugar recóndito del mundo que lo necesite, pero con los veterinarios, para combatir enfermedades de animales, potenciadas también por el cambio climático.
Esta conferencia regional es la primera que contó con la asistencia de los 33 países de la región y la presencia del sector privado, el cual manifestó interés en apoyar programas de la FAO. La venidera se realizará en Nicaragua en 2020.