Espectáculo de drones cierra campaña del candidato del pueblo
Hace algunas horas que Nicolás Maduro, el Gallo Pinto, dejó su corazón tendido ante los cientos de venezolanos
El eco de la música aún resuena en la Avenida Bolívar. Hace algunas horas que Nicolás Maduro, el Gallo Pinto, dejó su corazón tendido ante los cientos de venezolanos que, con un espaldarazo y el puño arriba, vaticinaron una aplastante victoria en las urnas electorales.
La noche ha caído. Sin embargo, destellos luminosos comienzan a abrirse paso entre las nubes. Se lee una frase que ya está en el ADN del pueblo chavista, de los revolucionarios: ¡La esperanza está en la calle! creada a partir de la meticulosa sincronía de 1.000 drones.
Es un espectáculo sin parangón que, si bien ha sucedido previamente en el Estadio Monumental «Simón Bolívar» y en la Autopista Gran Cacique Guaicaipuro, hoy permea el cielo de la más icónica avenida de la Caracas que, por objeto de casualidades, también celebra este día sus 457 años de fundada.
La mirada de los presentes está fija hacia arriba. Se mantienen así los 18 minutos que tarda el magnifico despliegue que pone punto final a una peregrinación de 21 días por más de 270 ciudades de la geografía venezolana.
Y ahí está presente el candidato de la Patria, de la paz y la esperanza mediante palabras que se relacionan con él y su maestro, el Comandante Hugo Chávez.
«¡Yo voy a mi Gallo Pinto!», se divisa en las alturas, desdibujándose para dar paso a sendas representaciones de su rostro cercano, cariñoso y comprometido.
Ya la campaña electoral termina, pero como guía para el pueblo noble, de a pie, independiente y soberano queda escrito con pequeñísimas luces en el grisáceo cielo: ¡Vamos a votar, vamos a ganar!
Nota de prensa