España desea sumarse a campaña contra el Estado Islámico en Siria
El canciller español precisó que su país solo necesita tres cosas para incorporarse a la cruzada: el amparo de la ONU, la autorización del gobierno sirio y el visto bueno del Parlamento
El canciller de España, José Manuel García-Margallo, señaló en la sede de las Naciones Unidas que su país busca sumarse a las acciones militares contra el Estado Islámico (EI) en Siria, para lo cual no ha encontrado el amparo legal necesario.
En declaraciones a la prensa acreditada en Naciones Unidas, después de una reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad sobre terrorismo, el titular precisó que Madrid necesita tres cuestiones para incorporarse a la cruzada: el amparo de la ONU, la autorización del gobierno sirio y el visto bueno del Parlamento.
Al respecto, reconoció que Damasco no ha autorizado los bombardeos que desde hace meses una coalición liderada por Estados Unidos lanza en suelo de la nación levantina contra posiciones del EI.
"Cuando encontremos la base legal, participaremos en el combate a los terroristas, lo que ya hacemos en Iraq", dijo.
De acuerdo con el canciller español, sobre la mesa hay dos variantes posibles, sobre todo una interpretación del artículo 51 de la Carta de la ONU (derecho a la legítima defensa individual o colectiva en situaciones de amenazan a la paz), esgrimida por Francia y el Reino Unido para sumarse al Pentágono.
La otra variante sería la solicitud de ayuda del gobierno de Siria, como lo hizo a Rusia, algo improbable porque España no esconde sus cuestionamientos a la legitimidad de Bashar al Assad, reiterados aquí por García-Margallo.
Desde marzo de 2011, Siria enfrenta una agresión de extremistas y mercenarios respaldados con recursos y apoyo político procedentes del exterior, en sintonía con el propósito del cambio de régimen en Damasco que occidente y sus aliados no ocultan.
La escalada el año pasado de las acciones terroristas del EI en la región, donde aspira a fundar un Califato, y el auge de los llamados “combatientes extranjeros” llevaron de alguna manera a admitir que la postura de al Assad de enfrentar a los fundamentalistas respondía a la realidad en el terreno.
