En Naiguatá abundan los drenajes tapados
Los naiguatareños claman por un cariño para el alcantarillado en las calles del pueblo, estructuras que están colapsadas, razón por la cual las calles se anegan con facilidad al caer apenas cuatro gotas de lluvia.
Los lugareños contabilizan tres alcantarillas en la calle José María Vargas. Una se encuentra frente al estadio Héctor Brito, que está repleta de tierra, y las otras dos están cerca del restaurante El Sifón, que lucen muy sucias.
La peor de todas se encuentra adyacente al supermercado Río Mar, en plena avenida principal del pueblo.
“Este drenaje tiene ocho años en mal estado. El agua allí empozada está verde”, contó la vecina y exjefa civil de la parroquia, Egnia Hernández.
Xavier Quintero, residente, indicó que el estado del desagüe afecta a varios locales comerciales cercanos, incluyendo al supermercado, por la contaminación que provoca.
El presidente del Instituto Municipal de Vialidad, Gregory Rojas, dijo que la semana pasada levantaron un informe sobre las estructuras, con el fin de intervenirlas y dejarlas óptimas. En cuanto a la situación de la alcantarilla más problemática, aseguró que esperan por la cooperación ofrecida por la gobernación para drenar el agua acumulada antes de iniciar cualquier trabajo con las rejillas.