El FMI rebaja el crecimiento de la zona euro por el Brexit
La zona euro, con un crecimiento ya de por sí apático, sufrirá el golpe del voto a favor del Brexit en los próximos años. Un nuevo factor que presionará a la baja la salida definitiva de la crisis en el conjunto de países de la moneda común. Al menos eso arroja el informe que ha hecho público este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que actualiza la situación económica de la zona euro y plantea un horizonte “mediocre”.
Con el Brexit en mente, la organización internacional ha empeorado las previsiones de crecimiento, que hasta ahora apuntaban a un aumento del PIB del 1,7% tanto para 2016 como en los próximos dos años. En lugar de eso, este año la eurozona crecerá un 1,6% y en 2017 un 1,4%, “principalmente debido al efecto negativo del resultado del referéndum en el Reino Unido”. De cara a 2018, se espera un repunte del 1,6%. “Es muy difícil decir cuánto va a durar este periodo”, afirmó Mahmood Pradhan, director adjunto del Departamento Europeo del FMI, en referencia al éxito de las soluciones que baraja Reino Unido tras el Brexit.
Todo ello sin que aún hayan cicatrizado las heridas de la Gran Recesión. Se citan los males ya conocidos: altos niveles de endeudamiento, elevadas tasas de desempleo –especialmente entre la población más joven- y problemas en los sistemas bancarios de varios países.
El organismo dirigido por Christine Lagarde ve el resultado del referéndum como “una probable mayor debilidad de la confianza de los inversores debido a una más elevada incertidumbre, mayor volatilidad financiera y una menor demanda de importaciones británicas”. Este último será uno de los factores que harán que la inflación sea aún menor a la prevista, lo que será todo un quebradero de cabeza para el Banco Central Europeo (BCE) y su presidente, Mario Draghi. El dato de inflación que baraja el FMI es del 1,7% para los próximos años, aún por debajo del objetivo cercano al 2% que quiere el BCE.
Más compras del BCE
¿Como atajar la baja inflación? Ante la debilidad de las perspectivas, el FMI considera que el BCE “debería estar preparado para una mayor relajación si la inflación permanece por debajo de la senda de ajuste prevista”.
Sin embargo, ante las limitaciones para mayores bajadas de la tasa sobre los depósitos bancarios en el BCE, la institución debería confiar en mayor medida por expandir sus compras de activos. “Cambios modestos en el programa podrían incrementar significativamente el margen para más compras”, señala el FMI, que se inclina por “permitir la compra de bonos con rentabilidades por debajo de la tasa de depósito”, lo que incrementaría el volumen de deuda soberana a corto plazo disponible, permitiendo que las compras se distribuyeran de manera más equilibrada a lo largo de la curva de rendimientos.