El FMI quiere recolonizarnos
Diez años después, el Fondo trata de redesembarcar en las aguas del Pacífico peruano. En tierras del Plata, el gobierno que él engendró acaba de pagar el Boden 15, por 5.900 millones de dólares vencidos este mes, contra las previsiones de los operadores financieros y políticos
Una cita como la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que acaba de concluir en Lima, capital del Perú, no tenía lugar en Latinoamérica desde 1967, y la novedad no es casual.
Un mes atrás la presidenta argentina Cristina Kirchner alertó a través de una serie de tuits sobre la campaña mediática iniciada en la prensa financiera del Norte para instalar una "mala imagen de los países emergentes, especialmente los del Brics".
La cita en Lima, además, estuvo precedida por la firma del Acuerdo Transpacífico y por la insistencia en que las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur avancen para generar otra gigantesca área de "libre comercio". Es decir, el Fondo lee una coyuntura de fuerzas más favorable para incidir en los gobiernos del Sur, y hasta cambia su lenguaje agresivo por uno más "humanizante".
Aldo Caliari, del think tank progresista estadounidense Center of Concern y participante en uno de los paneles de diálogo entre el Fondo y la sociedad civil, se preguntó: "¿Por qué vuelve el Fondo? Sencillamente, porque el FMI siente más confianza. Para ellos, Perú es su chico del póster. Quieren recuperar legitimidad y lo están haciendo construyendo opinión pública, financiando costosas campañas en los grandes medios".
Alejandro Villamar, del centro de estudios mexicano Remalc, aseguró a su turno que "Desde que el ALCA fue muerto en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, las cámaras empresariales estadounidenses intentaron siempre resucitar las pactos de libre comercio a escala continental. En su objetivo está liquidar al Banco del Sur y al Banco de Desarrollo chino. La Cumbre en Lima fue para el Fondo una oportunidad única para reposicionarse".
El belga Eric Toussaint, portavoz del Comité para la anulación de la Deuda del Tercer Mundo (Cadtm) y autor de Bancocracia, explicó por qué entiende necesaria una real democratización de la arquitectura financiera internacional. "En el FMI, aseguró, cualquier decisión importante en cuanto a desembolso financiero requiere un voto afirmativo que debe superar el 85% del peso accionario de sus miembros. Como el voto de EE.UU. representa el 16,5% de las acciones, Washington ejerce prácticamente un derecho al veto. Por eso, nació, en su momento, el Banco del Sur y por ese motivo, ahora, los países de los Brics impulsan un Banco de Desarrollo autónomo".
Toussaint sintetizó cuál es el papel histórico que ha jugado el FMI: "El Fondo Monetario Internacional ingresó a la región para frenar la política de sustitución de importaciones, de ahí el enfrentamiento con el general Perón y el golpe contra Guatemala (1954). Cuando los pueblos latinoamericanos volvieron a votar por un modelo auto-central a partir del 2003, el FMI concentró sus políticas de intromisión apuntalando el modelo de inversión en políticas extractivas".
"Actualmente, tras la victoria conseguida en Grecia, el Fondo y el Banco Mundial vuelven a la región con una nueva estrategia política. Ellos consideran que como los precios de las materias primas van a caer, los gobiernos del Cono Sur reducirán sus ingresos. Por lo tanto, especulan, se abre una oportunidad de oro para reiniciar el círculo especulativo de generación de deuda. Ese mecanismo, concluyó el belga, conduce por supuesto, a un abismo económico y a una pérdida de soberanía".
CARLOS A. VILLALBA |
Mientras los jefes económicos del mundo disfrutaban de las delicias de Miraflores, protegidos por los siete anillos de seguridad dispuestos por el gobierno peruano, con 950 patrulleros, 926 motocicletas, 211 vehículos especiales de seguridad del Estado, 6 ambulancias y 2 helicópteros, en la Argentina, por ejemplo, se avanzaba en la ingeniería de sostén del desendeudamiento externo iniciada el 15 diciembre de 2005 por Néstor Kirchner.
En aquel momento, el presidente argentino explicó que el pago total de la deuda al Fondo Monetario Internacional era compatible con las posibilidades nacionales de crecimiento y pago, ganando, además, "grados de libertad para la decisión nacional", responsabilizando a la deuda de haber sido "constante vehículo de intromisiones, porque está sujeta a revisiones periódicas y ha sido fuente de exigencias y más exigencias, que resultan contradictorias entre sí y opuestas al objetivo del crecimiento sustentable".
Como siempre, sin pelos en la lengua, Kirchner describió a un FMI "desnaturalizado" en sus fines que actuó "como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino, de la mano de gobiernos que eran proclamados alumnos ejemplares del ajuste permanente. Nuestro pueblo lo corrobora. En los últimos 30 años hemos visto avanzar la continua dependencia de programas que Argentina acordó con el Fondo Monetario Internacional. Formamos parte de la triste realidad de integrar el grupo de países en los que esa institución ha aplicado y monitoreado muchos de sus 150 planes de ajuste. El resultado ha sido exclusión, pobreza, indigencia, la destrucción de aparato productivo". Una sentencia vigente hasta la última de sus comas.
Diez años después, el Fondo trata de redesembarcar en las aguas del Pacífico peruano. En tierras del Plata, el gobierno que él engendró acaba de pagar el Boden 15, por 5.900 millones de dólares vencidos este mes, contra las previsiones de los operadores financieros y políticos. De manera inmediata el Gobierno plantó el Bonar 20 que, hablando en criollo, es un pagaré con fecha de vencimiento corrida al 2020.
El Ministerio de Economía tanteó el terreno para comprobar la receptividad de los inversores, con la idea inicial de colocar US$ 500 millones al 8%, y el resultado fue bueno, ya que logró una oferta de US$ 812,7 millones, de los que aceptó 669, según su propia decisión. Con el nuevo bono comienza a recuperar parte de lo que debió pagar por el Boden 15 y amplía los márgenes de seguridad a fin de año. Con la colocación de otros títulos, junto a la negociación con China por la ampliación de los préstamos de divisas a un año, denominados swaps, se mantendrá el refuerzo de las reservas del Banco Central.
El conjunto de variables contempladas en la arquitectura de una propuesta estuvo destinado a mantener los rangos de autonomía alcanzados a lo largo de una década y contemplaron la situación creada por los "buitres", muchos de cuyos operadores consumieron cantidades industriales de ají de gallina y ceviche en los atardeceres de Miraflores y San Isidro, cerca del puente de los suspiros por el pasado que quieren volver a traer.