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EE. UU. se abstuvo de votar en la ONU contra bloqueo a Cuba
Con el apoyo de 191 de los 193 países miembros de la ONU y dos abstenciones, la Asamblea General aprobó este miércoles una nueva resolución que reclama el levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba.
El cerco económico, comercial y financiero recibió así otro golpe universal en el principal órgano deliberativo de Naciones Unidas, donde en los últimos 25 años la comunidad internacional no ha dejado dudas del rechazo a las unilaterales sanciones impuestas a la isla durante más de medio siglo.
La novedad este año fue las abstenciones de Estados Unidos y su fiel aliado Israel quienes siempre votaron en contra en las 24 anteriores sesiones.
Unos minutos antes del voto, la representante permanente norteamericana, Samantha Power, adelantó la inédita postura de Washington.
Power admitió la condena abrumadora al bloqueo y el fracaso de esa política, y manifestó expectativas de que el cambio de posición en la Asamblea ayude en el mejoramiento de las relaciones bilaterales.
La iniciativa adoptada apela al respeto en el planeta a los principios y propósitos de la Carta de la ONU, que establecen la solución pacífica de controversias, la amistad y la cooperación entre los países, el respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos.
Asimismo refleja la preocupación por el componente extraterritorial del bloqueo -aplicado mediante la Ley Helms-Burton (1996)- el impacto de las sanciones en el pueblo cubano y su vigencia, pese al rechazo de la comunidad mundial.
El texto reconoce los progresos en las relaciones entre La Habana y Washington, la visita del presidente norteamericano, Barack Obama, a Cuba y su voluntad de trabajar por la eliminación del bloqueo, un asunto que pasa por el Congreso, al convertirse en ley en 1996 con la citada Helms-Burton.
En la segunda de sus dos páginas, la resolución insta a los países a abstenerse de promulgar medidas contrarias a la Carta de Naciones Unidas, y a abolirlas lo antes posible, en caso de ejecutarlas.
Por segundo año consecutivo, la votación en la Asamblea General transcurrió en un escenario diferente, tras la reanudación de vínculos diplomáticos entre La Habana y Washington, en julio de 2015, y el reconocimiento por Obama de la necesidad de eliminar el cerco.