Director de orquesta
Ramos Allup nunca se imaginó que a su edad iba estar atravesando las vicisitudes que él mismo ha generado
Pensó que los 107 escaños logrados le permitirían dirigir una orquesta afinada, acompasada, melódica, con una sonoridad que dejaría a todos boquiabiertos, admirando su maestría. Ha ocurrido todo lo contrario. Era previsible, conociendo la variopinta composición de los diferentes grupos que conforman la MUD.
Los grupos opositores relucen por las diferencias entre ellos que no por su cercanía. Han ido de mal en peor desde la Coordinadora Democrática. Ni un encopetado como Ramón G. Aveledo pudo meter las cabras en el redil, aunque honestamente él tampoco quería. Prefería viajar, en nombre de la MUD, dándose la gran vida. El que vino luego, el Chúo Torrealba, fue peor, aunque está convencido de que lo del 6-D se debe a su “entrega e inteligencia”.
El director de orquesta no logra una nota musical que unifique. Lo más discordante es que la oposición ofreció un cambio. Prometió acabar con las colas. Dijo que el 7-D los anaqueles estarían llenos de los productos que escasean. Aparecerían todas las medicinas que el bachaqueo -en el contexto de la guerra económica- acapara para revender a precios exorbitantes y desvía hacia Colombia. Después del 6-D, el berrido de la oposición es: “Hay que salir de Maduro”.
La orquesta anda al garete. Unos dicen, el “referéndum revocatorio”; otros, “la enmienda”. Otros, “la constituyente”. Ahora se les metió entre ceja y ceja lo de “la renuncia”, camuflada a través de “la salida anticipada de Maduro”. Y lo último es -lo más fresco- la “remoción de Maduro por abandono de cargo” (¿?). Artilugios lingüísticos. Saltimbanquis retóricos. Si algo está haciendo Maduro es trabajar. Ahora, ¿alguien le ha preguntado a Maduro si él está dispuesto a renunciar?
A todas estas, el director y la orquesta ignoran el contexto: primero, la Constitución y luego el resto de los poderes públicos. Como si tocase sola. De las 13 organizaciones que conforman la MUD, ya es difícil acompasar a AD, VP y PJ. Ni qué decir del resto. Una caricatura de ello fue el “maullido por la libertad” que convocó la Tintori y donde Ramos Allup terminó de telonero de Nacho. HRA debería aprender del maestro Dudamel.
Profesora UCV
/N.A
