Dilma Rousseff: Eduardo Cunha es el gestor del golpe de Estado
La mandataria brasileña, separada por 180 días del cargo, aseveró que tiene que volver a la Presidencia porque no cometió ningún crimen.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró este jueves que el suspendido presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, es el gestor del golpe parlamentario en su contra, disfrazado de juicio político, que la separó de su cargo por 180 días y busca su destitución.
“El gobierno de Michel Temer expresa claramente lo que quiere Eduardo Cunha para Brasil, el poder hegemónico”, señaló la mandataria durante una entrevista transmitida por TV Brasil.
Rousseff indicó que para el final de su primer mandato “ya se vio un movimiento inusual desde el centro a la derecha”, con el objetivo de sacarla del poder por medio del golpe.
Ratificó que el juicio político en su contra es fraudulento, debido a que no existen pruebas de que haya cometido un crimen de responsabilidad.
“Es grave, porque en este proceso de golpe de Estado se usa la Constitución parcialmente, tiene que haber un crimen para que haya un juicio político”, a lo cual agregó: “Tengo que volver a la Presidencia porque no cometí ningún crimen, no es solo mi mandato sino las consecuencias que tiene sobre la democracia, esto afecta a los poderes en todos los niveles”.
También acusó a los medios de comunicación de ser actores políticos durante el proceso de golpe de Estado.
“En todas las actividades humanas puede haber un exceso, pero no puede existir nadie por encima de la ley. Sectores muy importantes de los medios de comunicación fueron cómplices del uso selectivo de esas grabaciones”, dijo Rousseff, en referencia a las conversaciones donde se quiso probar supuestos actos de corrupción del Gobierno.
La jefa de Estado destacó las conquistas sociales alcanzadas durante su gestión, las cuales se encuentran en peligro con las políticas neoliberales del Gobierno interino de Temer.
Asimismo, criticó que el nuevo Gabinete no continué con la política exterior afirmativa que ha desarrollado Brasil, especialmente durante el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, caracterizado por ampliar las relaciones con los países de América Latina, el Caribe, África, y naciones emergentes como China y Rusia.