Desafían a funcionarios de EE.UU. a tomar agua residual del fracking
El agua se usó para extraer petróleo con el método de fracturación hidráulica
Un habitante de la ciudad de Sidney en Nebraska, al medio oeste de Estados Unidos (EE.UU), James Osborne, fue el primero en intervenir en un debate público de la Comisión Estatal de Conservación de Gas y Petróleo en el que retó a los funcionarios a beber agua contaminada.
El encuentro estaba destinado a discutir sobre cómo el Estado debe tratar el contexto del agua residual del método fracking o fracturación hidráulica de rocas con agua a presión para extraer petróleo y gas de esquisto.
Osborne que dijo tener experiencia en la construcción de óleo y gasoductos y además tener familiares inmiscuidos en la industria del fraking, añadió que la economía de su ciudad se centra en el agua, “sobrevivimos con esto”, acotó.
Osborne sacó tres vasos plásticos y una botella de agua. Vertió un poco hasta llenar casi la tercera parte de los envases. Posteriormente sacó un vaso más grande, y luego echó lo que presumiblemente era agua residual de fraking: una mezcla turbia y marrón. Y preguntó a los que dirigían el debate: “¿Ustedes beberían esto?”.
En la sala privó el silencio, a lo que uno de los representantes de la Comisión Estatal aseguró que no podían comentar la situación. Osborne le respondió: “Pues mi respuesta sería que no”.
Ante la demostración, Osborne manifestó que si a los recursos hídricos potables se derramara agua contaminada, sería cuestión de tres días en llegar a todo el estado de Nebraska, porque una gota recorre más de 230 kilómetros en un día.
En el ínterin del momento, Osborne no recibió ningún argumento. Dejó los vasos contaminados y dijo: “No tengo suficientes manos para limpiarlo todo, pero si no les importa, ahí los dejo”. Se fue en medio de aplausos.