Crisis migratorias invisibilizadas por medios de comunicación
Los medios de comunicación internacionales han expuesto ante el mundo la situación migratoria de Venezuela, considerándola como una "crisis humanitaria".
La manipulación del concepto "crisis", y la falta de información respecto a los hechos que suceden en el país sudamericano, sirven para configurar un escenario que, rápidamente, es compartido por usuarios de redes sociales.
Sin ir más lejos, este lunes el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, expuso en cadena nacional la cosecha de los ataques mediáticos contra el país.
En Twitter, por ejemplo, durante los últimos 30 días, las palabras "Venezuela" y "crisis humanitaria" se relacionaron dentro de un mismo tweet, 140 mil 599 veces. Mientras que "Siria" y "crisis humanitaria" solo fueron relacionadas en un mismo tweet 29 mil 989 veces. El poder de los medios.
Una de las más grandes crisis migratorias que experimenta Europa, actualmente, es producida por varios conflictos abiertos en África y el Medio Oriente, que ocasionaron un éxodo masivo de grupos familiares enteros, que los medios han cubierto de manera discreta.
Según informó la semana pasada la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO, por su sigla en inglés), más de 728 mil personas solicitaron el estatus de refugiado el año pasado en la Unión Europea (UE) y en países asociados como Noruega y Suiza.
Siria
El conflicto en Siria, iniciado en 2011, ha dejado hasta la fecha -además de miles de asesinados- una gran cantidad de ciudades destruidas y familias enteras desplazadas de sus hogares.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde marzo de 2011 se produjo el desplazamiento de más de 11 millones de sirios tanto de forma interna como en otros países. Tan solo en los primeros cuatro meses de 2018, más de 920 mil sirios se vieron obligados a abandonar sus casas.
Ante esta situación, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, instó a los países europeos a incrementar la ayuda humanitaria en Siria para facilitar el retorno de los refugiados.
"Hay que reforzar la dimensión humanitaria en el conflicto sirio y quiero decir por esto, antes que todo, la ayuda humanitaria a la población siria, y ayudar a las regiones donde los refugiados se encuentran en el extranjero para que puedan regresar", sostuvo Putin.
Libia
Uno de los caso más preocupantes es Libia, donde la trata de migrantes se ha exponenciado, según ratificó la Organización Internacional de Migraciones (OIM).
Libia vive una profunda crisis desde 2011, año en que fue derrocado y asesinado el líder Muamar Gadafi, tras lo cual surgió una dualidad de poderes.
En Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque no ha sido reconocido hasta la fecha por el Parlamento con sede en Tobruk (noreste del país), que cuenta con el apoyo del jefe del Ejército Nacional, Jalifa Haftar.
La dualidad de poderes y el colapso del sistema de seguridad en Libia después del asesinato de Gadafi, condujeron a un crecimiento de la actividad de grupos insurgentes armados y de organizaciones extremistas.
Debido a la falta de un poder centralizado y de un Ejército unido, Libia se ha convertido en un centro de contrabando y en un punto de trasbordo de la migración irregular de África a Europa.
Sin embargo, su situación ha pasado desapercibida, si se compara con la que reproducen los medios internacionales sobre Venezuela.
Yemen
El país situado al sur de la Península Arábiga es el más empobrecido de Oriente Medio, con una renta per cápita quince veces menor que la de sus vecinos Arabia Saudí y Omán, según datos del Banco Mundial. Yemen está sufriendo una sangrienta guerra desde 2015.
A raíz del bloqueo marítimo y aéreo impuesto por Arabia Saudita, se generó una crisis humanitaria de tal magnitud que fue calificada en su momento como una de las más graves del mundo por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
En abril, 1.260 refugiados llegaron a Yibuti y Somalia, aunque se preveían desplazamientos mucho mayores. En el mes de julio de 2015, la situación ya era muy grave, con un millón de personas desplazadas, 14 mil 324 heridas y tres mil muertas.
Las cifras de Acnur son contundentes: cada diez minutos, un niño muere de hambre en Yemen.