Economía

Civetchi incrementa producción de vehículos tras intervención del Gobierno Nacional

Cuando se creó el Consorcio Industrial Venezolano de Tecnología China (Civetchi), en el año 2011, jamás se pensó que el cúmulo de presuntas irregularidades administrativas que a lo largo de tres años se concretarían bajo la administración del sector privado.  

Para ese entonces, el Gobierno Nacional, a través de la Corporación de Industrias Intermedias de Venezuela (Corpivensa), inició los trámites respectivos para conformar la ensambladora de vehículos de la marca asiática Dongfeng, en conjunto con capital privado. Lo que inicialmente era proyectado como una empresa mixta, cuya participación accionaria fue planteada en un 50-50, jamás llegó a concretarse; sólo se quedó en el ancho y largo camino de las propuestas.

Venta de cupos, desviación de repuestos, además del acaparamiento de carros particulares, camionetas, camiones y busetas estaban a la orden del día, en esta empresa ubicada en la Zona Industrial Sur de Valencia. Ante la supuesta corrupción que hacía de las suyas en el lugar, la Superintendencia para los Derechos Socioeconómicos (Sundde), inició en junio de 2015,un proceso de ocupación temporal que buscaba dejar al descubierto el “andanaje oscuro” que pululaba a lo interno y externo de la planta.

Lo que inicialmente se prefiguró como una empresa para satisfacer la demanda de automóviles a bajo precio en el país, terminó por alcanzar otros mercados, como el de Colombia, con el objeto de esquivar las regulaciones mediante el contrabando de extracción, pese a que, en papeles, su funcionamiento no evidenciaba el “desfalco” que muchas veces fue denunciado por los trabajadores.

El cántaro a la fuente

Desde hace tres meses, una junta interventora dirigida por la Vicepresidencia del República se instaló en la fábrica, en aras de reiniciar las operaciones e incrementar la producción. El actual responsable de esta figura jurídica, José Ramón Hernández, un abogado egresado de la Universidad de Carabobo, explicó que la idea del Ejecutivo está circunscrita a los planes de nacionalizar a Civetchi en los próximos meses.

En entrevista con el Correo del Orinoco, Hernández prefirió no hacer mención a lo que se consiguió en el lugar tras ser intervenida, y más bien dirigió sus esfuerzos a hacia las metas que se han trazado antes de que culmine el año y para el 2017.

“No vinimos a juzgar a nadie. Estamos aquí para poner esta empresa en funcionamiento, para aportar al desarrollo del país cada día más”, manifestó el jurista.

El antes y el después

Hernández recordó que cuando asumió la responsabilidad que hoy ostenta, Civetchi sólo ensamblaba entre uno y cuatro carros diarios. Luego de más de 90 días de revisión de los nudos críticos para operar con normalidad, salen a la calle entre 20 y 25 unidades, destinadas en 60% al programa Venezuela Productiva y el 40% restante hacia las instituciones del Estado.

“Pensamos que si no nos enfocamos en los trabajadores, no pudiéramos tener la producción que tenemos hoy”, indicó el funcionario para referirse a que la cantidad se alcanza con un solo turno de trabajo, pues la capacidad instalada de la planta permite el armado de 120 unidades, si laboran las 24 horas.

El directivo adelantó la posibilidad de ampliar otros dos turnos para el 2017, pero se cuidó de no calcular una fecha determinada, hasta tanto no se alcancen los convenios de rigor para la obtención de la materia prima e insumos, aunado a la garantía de la mano de obra que pasaría de 300 personas que hacen vida en Civetchi a 900 trabajadores.

“Estamos hablando de pocos meses para lograrlo”, determinó.

Cuando baja el barril

En una economía tan adicta a las importaciones y mono productora, la renta petrolera fija, en su mayoría, el crecimiento económico que tendrá el país. Ante la caída en el precio del barril, muchas empresas se vieron afectadas debido a que el flujo de divisas no era el mismo que el de hace tres años.

Paradójicamente, Civetchi en lugar de verse afectada por esta realidad, como se esperaba, más bien elevó su producción. La razón principal de esto recae en que años atrás se adquirieron diferentes repuestos e insumos que les alcanzaría para finales de marzo de 2017, al ritmo de ensamblaje actual.

Hernández explicó que la anterior gestión del sector privado manejaba divisas propias, mediante la venta en el exterior de los carros que armaban. De esta forma, podían comprar a la República Popular China el denominado “SKE” (la estructura del vehículo) por adelantado y mantenerlo en los depósitos de Civetchi.

Hernández aclaró, sin embargo, que la baja de los precios del petróleo sí los golpea, por lo que, para prever consecuencias futuras, ya han sostenido encuentros con las autoridades del Banco Central de Venezuela para lo convertibilidad de la moneda, así como con los consorcios chinos para la dotación de materia prima.

Repuestos y la crisis 

Una de las limitantes que tiene Civetchi en estos momentos se encuentra en el suministro de repuestos y autopartes, lo que no le ha permitido garantizar el acceso a los clientes. Sin embargo, el tema del servicio técnico sí forma parte de lasasistencias que ofrecen directamente desde la planta.

Para Hernández, la limitante obedece en que cuando se realizó la ocupación, Civetchi poseía siete concesionarios (dos en Carabobo, dos en Aragua, uno en Barcelona, uno en Barquisimeto y uno en Caracas)  que servían para acaparar muchas autopartes, además de “inflar” los precios, pese a que fueron adquiridos con dólares preferenciales.

Según la versión de Hernández, todos los locales fueron “desvalijados” y llevados hacia Colombia, donde funciona otra casa motriz de Civetchi en Latinoamérica.

El proyecto, dentro de los planes para el próximo año, es reactivar estos establecimientos para que ofrezcan los repuestos y la asesoría mecánica respectiva, según Hernández.

Transferencia de tecnología 

Hernández vaticinó que en los próximos meses, el 60% de las piezas y repuestos serán de fabricación nacional, lo que tendría un impacto favorable en la sustitución de importaciones. Refirió que ya fue firmado un convenio con la estatal productora de rines de aluminio, Rialca, para que ésta se encargue de la respectiva dotación.

También indicó que Oximetalmecánica les proveerá de piezas troqueladas para la carrocería y componentes internos. En el caso de la pintura, fábricas instaladas en el país del sector privado son las encargadas de proveer los respectivos colores, fondo, masilla, plástico y los solventes requeridos.

En cuanto a los cauchos, la Firestone, Pirelli y GoodYear, instaladas en Venezuela cumplen con los pedidos de Civetchi, ya que las llantas eranabastecidas por China desde el inicio de las operaciones de ensamblaje.

“No es un reto el que hemos asumido, es un compromiso”, resaltó Hernández.

Precio valor y calidad

La demanda automotriz en el país no es cosa de cuentos. Pese a la guerra económica, el poder adquisitivo que ha adquirido el venezolano, para muchos, tampoco lo es. Quizás por eso, miles de personas desean comprar un vehículo, aunque la hiperinflación inducida en el sector –disparada desde hace unos años atrás– haga difícil alcanzar ese sueño.

Los carros particulares que ensambla el Estado, a través de sus tres empresas (Venirauto, ZGT y Civetchi), parecen ser “los más buscados”. La lista cada día crece, pero la capacidad de producción está por debajo de las solicitudes. La razón de tantas peticiones: el precio de las unidades que se ofrecen, las cuales se ubican hasta 300% por debajo de las presentaciones dispuestas por las trasnacionales radicadas en el país, de acuerdo a cifras oficiales. 

El Gobierno Nacional, al parecer, se muestra consciente de esta realidad, por ello, busca incrementar la capacidad de respuesta a los usuarios inscritos en el programa de adjudicación “Venezuela Productiva”, mediante la inyección de recursos logísticos y financieros para incrementar el ensamblaje en cada una de las plantas. 

Corrupción para exportar

La directora de la junta interventora en Civetchi, Naileh Figuera, reveló que el Estado otorgaba dólares preferenciales a la directiva privada de Civetchi, cuyos dueños, según su versión, desviaban 200 carros hacía Colombia para venderlos dolarizados, mientras que el mercado interno sucumbía a las colas y al pago de “vacunas” si quería optar por uno de los modelos Dongfeng.

“Aspiramos que en el próximo 2017 esta empresa sea nacionalizada, y pueda el Estado revolucionario tomar todo el control. Estamos esperando que eso sea muy pronto, porque esta gestión tan exitosa que estamos haciendo acá debemos replicarla en el resto de nuestras empresas automotrices”, puntualizó Figuera, quien negó que en la actualidad se repitan los vicios del pasado.

De acuerdo a reseñas de diferentes medios de comunicación, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) tendría orden de capturar al anterior propietario de Civetchi, Flavio Falsiroli, debido a los supuestos ilícitos encontrados durante su gestión.

Según las reseñas informativas, los cuerpos de seguridad allanaron en Aragua y Carabobo todas las empresas y las residencias a nombre de Falsiroli, a objeto de recabar material de interés penal para las investigaciones que adelanta el Ministerio Público en su contra. Las autoridades presumen que se encuentre fuera del país, luego de haber desfalcado a la nación con unos  60 millones de dólares.

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button