Citgo registra pérdidas de $24 millones tras ser confiscada por EEUU
Desde entonces, diversos hechos vinculados al manejo y administración de los activos de Venezuela han surgido, salpicando a la dirigencia opositora que en ese entonces lideraba Guaidó
Citgo Petroleum Corporation, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), cerró el año 2019 con una pérdida de $24 millones tras la confiscación de la compañía por parte de la justicia estadounidense, con la anuencia del dirigente opositor Juan Guaidó.
La gestión de la supuesta directiva nombrada por Guaidó, como parte del plan de la administración de Donald Trump para deponer al Presidente Nicolás Maduro, arroja cifras negativas en el cuarto trimestre, afectado directamente “el saldo consolidado de todo el ejercicio” fiscal del pasado año.
“Esta semana la compañía, robada por Guaidó, presentó sus cuentas consolidadas de 2019 y (oh surprise) dice que los ingresos netos (ganancias) fueron de 246 millones. Es decir, 24 millones menos con respecto a lo informado en diciembre para un período menor”, refiere un trabajo del blog de investigación de la página web La Tabla.
Y es que, el pasado mes de diciembre la Junta Directiva (supuesta) de Citgo, a la cabeza de Luisa Mercedes Palacios Alzurú, reportó ganancias en los primeros nueve meses por $270 millones, de los cuales, $215 millones corresponden al primer semestre y $55 millones al tercer trimestre, sin embargo, en el consolidado de todo el año, la cifra que reflejan es de $246 millones.
“Según los administradores de Guaidó, Citgo ganó más en nueve meses que en 12; el dato indica un crecimiento dramático de pérdidas en el cuarto trimestre, es decir, si en el primer semestre los ingresos fueron de $215 millones, en el segundo sólo fue $21 millones, o lo que es lo mismo, ese cuarto trimestre cerró con pérdidas de al menos $24 millones”, detalla en el medio.
A mediados del año 2019 una Corte de EEUU falló a favor de un grupo de lobbista, de un sector de la oposición liderada por Juan Guaidó, para confiscar los activos de la trasnacional venezolana, como parte del plan que auspicia la administración de Donald Trump para deponer de la Presidencia de la República, Nicolás Maduro.
Desde entonces, diversos hechos vinculados al manejo y administración de los activos de Venezuela han surgido, salpicando a la dirigencia opositora que en ese entonces lideraba Guaidó.