BRICS lidera la desdolarización global en respuesta a la militarización del dólar
En un mundo cada vez más interconectado, el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) está liderando un cambio monumental en el sistema financiero global. Este proceso de desdolarización, impulsado por las decisiones estratégicas del grupo, está redefiniendo el comercio internacional y las reservas monetarias.
La militarización del dólar por parte de Estados Unidos ha sido un catalizador clave en este movimiento. Según Jan Krikke, periodista del Asia Times, «la militarización del dólar por parte de EEUU está resultando contraproducente a medida que los BRICS y el resto del mundo en desarrollo se alejan del comercio y las tenencias en dólares». Esta tendencia ha llevado a los BRICS a buscar alternativas que reduzcan su dependencia del dólar estadounidense.
El impacto de estas decisiones no se limita a los países del BRICS. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), una agrupación regional que aglutina a unos 600 millones de habitantes, también ha anunciado planes para desdolarizar su comercio transfronterizo y utilizar en su lugar monedas locales. Este movimiento refleja un cambio significativo en la dinámica económica global.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta tendencia. El senador republicano Marco Rubio ha impulsado un proyecto de ley en el Congreso para castigar a los países que desdolaricen. «El proyecto de ley pretende prohibir que las instituciones financieras que facilitan la desdolarización participen en el sistema mundial del dólar», señala Krikke.
A pesar de estas resistencias, los BRICS continúan avanzando con acuerdos innovadores para eludir el sistema del dólar. Irán y Tailandia, por ejemplo, intercambian alimentos por petróleo, mientras que Pakistán ha autorizado el trueque con Irán, Afganistán y Rusia. Además, China está construyendo un aeropuerto de última generación en Irán, que se pagará con petróleo.
China, como eje económico del BRICS, juega un papel crucial en este proceso. «A medida que China vaya desdolarizándose, es probable que sus socios comerciales le sigan en diversos grados», afirma Krikke. A medida que más países se suman a esta tendencia, el panorama económico global se transforma, prometiendo un futuro menos dependiente del dólar y más equilibrado.