Bipartidismo neoliberal de España intenta sobrevivir al poder de ascenso de la izquierda
El bipartidismo entre el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (Psoe), que ha gobernado España por más de 30 años, intenta sobrevivir al ascenso que los movimientos de izquierda alcanzaron en las pasadas elecciones municipales y autonómicas y cuyos resultados perfilan una antesala desalentadora para el PP y el Psoe para los comicios generales a finales de este año.
En estas elecciones el bipartidismo, que perdió más de dos millones de votos al obtener un 15% menos de los votos ganados en los comicios de 2011, cuando sumaron un 65,3%, ahora se prepara para someterse a las alianzas y acuerdos de partidos emergentes en una España con 14 millones de personas sumergidas en la pobreza, despidos injustificados, privatización de la salud y el recorte por parte del gobierno de PP de 23% a los recursos destinados a la inversión social en los últimos cuatro años.
Podemos ha emergido como una fuerza política, que junto a otros partidos regionales progresistas, obliga al bipartidismo a ceder ante una serie de peticiones, ajustadas a las propuestas de gobierno en municipios y ciudades autonómicas ganadas por la izquierda.
El partido liderado por Mariano Rajoy no obtuvo la cantidad de concejales (21.598 concejales) para gobernar a su antojo en España. Aunque es reseñado por algunos medios como "primera fuerza política" de España, el PP no logró conquistar a las comunidades más importantes del país, entre ellas Barcelona, además de perderla mayoría absoluta en todas las comunidades autónomas, menos en Ceuta y Melilla.
El partido del jefe de Gobierno Mariano Rajoy perdió 11 de 17 autonomías que consiguió en las elecciones pasadas. Ante este descalabro ahora tendrá que pactar con los partidos regionales afines a la tendencia electoral de Podemos, cuyos líderes han vaticinado que estos resultados representan "el fin del bipartidismo, los partidos del poder han tenido los peores resultados de su historia" dijo Pablo Iglesias, secretario general de Podemos.
A finales de año están previstas las elecciones para renovar los 350 diputados del Congreso y los 208 miembros del Senados que son votados por sufragio universal (los 58 restantes son nombrados por los parlamentos autonómicos).
Mientras que el presidente del gobierno español, quien debe ser propuesto por el rey Felipe VI, es refrendado por el poder Ejecutivo (Senado y Congreso).