Asesinatos selectivos ordenados por Trump son crímenes terroristas
Estados Unidos, el país número uno en violaciones de DDHH y terrorismo internacional, comete todo tipo de crímenes, agresiones e injusticias, en nombre la democracia y la seguridad nacional.
Asesinato internacional o «acción defensiva decisiva»?
Esta mañana del viernes, la hegemonía neocolonial militarista de Estados Unidos lanzó otro ataque selectivo de cohetes, cerca del terminal de carga del aeropuerto internacional de Bagdad. Como consecuencia, se incendiaron dos vehículos de las unidades de Movilización Popular de Irak, resultando asesinados el General Iraní Qassem Soleimani y el General Abu Mahdi Al Muhandis. Ambos comandantes en jefe de las fuerzas anti terroristas, que vencieron al ISIS, Al Qaeda, y en el caso de Soleimani; una reconocida figura internacional en su participación para que no caiga el gobierno Libio. Sobre ambos asesinatos, Washington alega haberse tratado de una «acción defensiva decisiva».
Fuera del contexto de hostilidades activas, el uso de drones u otros medios para asesinatos selectivos nunca es legal. Para estar justificado por el derecho internacional de los derechos humanos, la fuerza intencionalmente letal o potencialmente letal sólo puede utilizarse cuando sea estrictamente necesario, para proteger contra una amenaza inminente para la vida.
En otras palabras, el asesino de estos dos hombres necesitaría demostrar que las personas objetivos constituyen una amenaza inminente para los demás. La supuesta participación pasada de un individuo en ataques «terroristas» no sería suficiente.
Además, el asesinato con drones o helicópteros, de cualquier persona que no sea el objetivo (miembros de la familia u otras personas cercanas, por ejemplo) sería una privación arbitraria de la vida en virtud de las leyes de derechos humanos y podría resultar en responsabilidad del Estado y responsabilidad penal individual.
El uso de aeronaves en el territorio de otros Estados también se ha justificado en defensa propia. Según el derecho internacional consuetudinario, los Estados pueden tomar medidas militares si el ataque amenazado es inminente, ningún otro medio lo desviaría y la acción es proporcional.
La prueba para la llamada autodefensa anticipatoria es muy limitada: debe ser una necesidad «instantánea, abrumadora y que no deje elección de medios ni momento de deliberación». Por lo que resulta poco probable que se realice esta prueba, en estos casos particulares del General Qasem Soleimani y Abu Mahdi Al Muhandis.
Por tanto, los asesinatos selectivos de Qasem Soleiman y Abu Mahdi Al-Muhandis, además de ser muy ilegales y de violar el derecho internacional de los derechos humanos, constituyen actos de terrorismo internacional, y no pueden justificarse como «acciones defensivas decisivas».
Basándonos en estudios recientes, el verdadero costo humano calculado sólo a partir de las guerras de Estados Unidos, posteriores al 11S en Medio Oriente, han provocado la muerte de 6 millones de personas. Tal como detalla el investigador estadounidense Nicolas J.S. Davies, en su reporte titulado Blood On Our Hands: the American Invasion and Destruction of Iraq (Sangre en nuestras manos: la invasión estadounidense y la destrucción de Irak).
Pedimos a la comunidad internacional, denunciar estos crímenes y la peligrosa escalada del gobierno de Trump, asi como también apelamos a los congresistas y a la población estadounidense”, en palabras del investigador Nicolás J.S. Davies “es urgente que aceptemos el verdadero coste humano de las guerras de nuestro país y que nos han manipulado y engañado para que miremos hacia otro lado. Debemos hacerlo antes de que los conflictos se alarguen aún más, antes de que arrasen con más países, antes de que socaven aún más el derecho internacional y antes de que maten a más millones de nuestros conciudadanos del mundo“.
