Parlamento Europeo: Las guarimbas en Venezuela fueron un golpe de Estado
El pasado 12 de febrero sectores de la extrema derecha activaron un plan golpista en el país, que se extendió hasta junio, para tratar de derrocar al presidente constitucional, Nicolás Maduro, acción que dejó un saldo de más de 40 muertos, 800 heridos y considerables daños a instalaciones y bienes públicos
El vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Javier Couso, indicó que la espiral de violencia promovida por la extrema derecha en Venezuela, a inicio de 2014, fue un golpe de Estado silenciado por los medios de comunicación internacionales.
Couso planteó tal reflexión en el contexto de la visita del Comité de Víctimas de la Guarimba, integrado por los parientes de las personas asesinadas en referidos actos terroristas. Dicho encuentro se realizó el martes en Estrasburgo, Francia.
"Hemos visto la necesidad de dar la voz a estas personas", víctimas de acciones violentas "que han acabado con la vida de más de 40 personas en un intento de golpe de Estado", señaló Couso, reseñó en su portal web Actualidad RT, www.actualidad.rt.com.
El pasado 12 de febrero sectores de la extrema derecha activaron un plan golpista en el país, que se extendió hasta junio, para tratar de derrocar al presidente constitucional, Nicolás Maduro, acción que dejó un saldo de más de 40 muertos, 800 heridos y considerables daños a instalaciones y bienes públicos.
El comité de víctimas buscan crear conciencia en el ámbito nacional e internacional en torno a las consecuencias de dichas acciones, impulsadas por un plan denominado "La Salida", en el que grupos de choque con armas de fuego impedían el libre tránsito, incendiaban fachadas y sedes de instituciones públicas y privadas, incluyendo la quema de universidades, atentados contra niños de un preescolar, el envenenamiento del servicio de agua en Mérida, la colocación de guayas en vías principales y tiros de gracia a quienes se atrevieran a despejar las vías, entre otras acciones.
El plan se articuló paralelamente con la guerra económica, caracterizada por el contrabando, la inflación inducida, el acaparamiento y sobreprecio de los productos de primera necesidad como estrategia para derrocar al Gobierno electo, por vía democrática, de Nicolás Maduro.
