Opinión

Contar los pollitos

Nunca el sentido de la palabra contar ha sido tan cuesta arriba, tanto desde el punto de vista denotativo como el connotativo

Nunca el sentido de la palabra contar ha sido tan cuesta arriba, tanto desde el punto de vista denotativo como el connotativo. ¿Cómo puede contarse si quien fijó los lineamientos de una contienda los cambia de principio a fin? Según dicen, la diáspora opositora agrupa 40 partidos. Pareciera una leyenda urbana, apenas tres o cuatro de ellos se llevaron los puestos en las primarias para elegir los candidatos a las parlamentarias.

La antigua Coordinadora Democrática, de tristísimo papel en el golpe de estado del año 2002 -hoy devenida en la MUD- ha cacareado siempre que en esta dictadura los verdaderos demócratas son ellos. Los que aúpan la participación y la transparencia son los grupos opositores. Habían dicho que sus primarias serían el escenario en el que se medirían todos sus factores. Son 24 estados y 335 municipios. Sus seguidores confiaban en que eso se haría realidad.

Pues no. Cambiaron las reglas del juego. De repente se coló que los más fuertes podrían cancelar hasta 150 mil bolívares por un puesto salidor y se mencionó que el pago habría sido hasta de 50 mil euros. ¡Es como mucho! El vil metal trastocó todo. La ética, la militancia y los principios fueron relegados. Los peces más grandes -Primero Justicia, AD y UNT- se comieron a los más chicos. Las conjeturas con relación a las primarias, a los niveles de participación y a sus resultados, son producto de la realidad.

Hubo primarias solo en 12 estados. De los municipios ni hablar. Resultado: solo el 7,5% de participación de un universo de siete millones de inscritos en las 35 circunscripciones, según dicen los más optimistas. Excusas por doquier. “No hay cultura de participación en las primarias en Venezuela”, “fuimos objeto de una cadena que nos desarticuló”. Se racionaliza pero no se enfrenta la cruda realidad. Hay desmotivación y desencanto, por todo lo que precedió a esas primarias.

Los voceros -Ramos Allup, María Corina, Guevara, los Guanipa, Torrealba- dicen cualquier cosa. No dicen -menos mal- que el CNE hizo fraude. Todo está en imágenes: colegios, calles, mesas desoladas. Cero votantes. Cero colas. La oposición llegó a calcular una participación en las primarias de dos millones de personas. Contar los pollitos de la MUD-primarias es fácil: 40 aspirantes.

Profesora de la UCV

/N.A

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