Angélica Rivera se ha convertido en una crisis para Peña Nieto
En apenas dos años, la primera dama de México, Angélica Rivera, ha pasado de ser un lado fuerte de Peña Nieto a uno de sus "flancos débiles", causándole más daño que beneficio, considera el periodista Jorge Carrasco Araizaga.
Hace dos años, la popularidad de la actriz le ayudó a Peña Nieto a atraer votos. Sin embargo, los escándalos de los últimos tiempos la han convertido más bien en un problema para el presidente, escribe Carrasco en un artículo publicado en la revista ‘Proceso‘.
El periodista destaca "los actos públicos de frivolidad de Rivera y sus hijas", que "han sido tan reiterados que parecen ser a propósito".
A su juicio, todas las acciones de la primera dama, todos sus "vestidos, los viajes, los maquillistas, las compras, las sesiones fotográficas", han tenido un costo político para el mandatario mexicano.
Un ejemplo de ello fue el escándalo en torno a la llamada ‘Casa Blanca’, propiedad de la actriz. El periodista destaca que el video que grabó Rivera para explicar la millonaria residencia, no hizo más que echarle más leña al fuego de las críticas populares.
Ni siquiera Televisa, la empresa con la que trabajó Rivera durante muchos años, "pudo detener la indignación social por más que haya salido a decir que apoyó a su actriz para la compra de la casa de las Lomas", sostiene el analista.
Es más, prosigue, "el propio conductor de la televisora, Carlos Loret de Mola, ha salido a cuestionar en su columna del periódico ‘El Universal’ el comportamiento de su excompañera de trabajo como esposa del presidente", hecho que demuestra que "algo no está funcionado en la triada Peña-Televisa-Rivera".
Tan grande habrá sido el daño que causa la esposa del presidente a su imagen, que incluso fue retirada del sitio web oficial de la Presidencia, bajo el pretexto de las restricciones en temporada electoral. Según Carrasco, se trata de una excusa, ya que, "Rivera no es funcionaria pública y por tanto no le aplican las mismas restricciones de los funcionarios públicos".
"Ausente de los asuntos públicos, es ajena a las actividades de interés social, pero goza de los beneficios del erario. Lo suyo es el espectáculo y tiene su propia poderosa red de relaciones e influencia", señala el periodista.
"Nadie esperaba que se convirtiera en una primera dama con iniciativa, pero tampoco en que fuera una crisis más de Peña Nieto y sus colaboradores más cercanos", concluye.
Desconexión con la realidad política del país
En la misma línea va la columna de Carlos Loret de Mola, mencionada por Jorge Carrasco y titulada ‘Una crisis llamada primera dama‘.
"A últimas fechas, la ‘primera dama’ —el término me suena monárquico, pero así se conoce— ha acumulado actos públicos que sólo muestran desconexión con la realidad política del país y desdén por su tarea como esposa del presidente, y minan gravemente la aceptación que solía tener el público de ella", escribe el autor del artículo.
Loret de Mola también aborda el tema de la polémica ‘Casa Blanca’, y la posterior explicación por parte de Rivera, que, en su opinión, "no apagó los cuestionamientos".
"Después sólo se puso peor: el maquillista transportado en el avión presidencial a China en medio de las críticas por la casa, los viajes de integrantes de la familia a Las Vegas cuando nada se sabía de los 43 de Ayotzinapa, los vestidos de alta costura (y más alto precio) llevados a la fastuosa gira en Gran Bretaña, el paseo por Beverly Hills. Cada aparición, una frivolidad. Cada viaje, un escándalo. Cada foto, un flanco vulnerable para el Gobierno federal", recuerda el columnista.
"¿Podrá regresar al sendero inicial o ya es demasiado tarde?", se pregunta Loret de Mola. "La crisis por la primera dama es por tanto crisis de su esposo", concluye.