Aída Merlano: No seré la mártir por delitos que no cometí
A los 10 días de su detención, la excongresista declaró ante un tribunal especial ubicado en el Palacio de Justicia de Caracas, con presencia de periodistas nacionales y extranjeros
Desde que apareció en los medios de comunicación venezolanos. Aida Merlano no ha dejado ha dejado de manifestar su repudio a la clase política colombiana. Este 27 de febrero se cumplió un mes de su captura por parte de la Fuerza de Acciones Especiales (Faes), un grupo élite de la Policía Nacional Bolivariana que la encontró en Maracaibo, capital del estado Zulia, fronterizo con Colombia.
A los 10 días de su detención, la excongresista declaró ante un tribunal especial ubicado en el Palacio de Justicia de Caracas, con presencia de periodistas nacionales y extranjeros a quienes se les permitió ingresar a la Sala de audiencia con papel y lápiz. Allí denunció que Iván Duque llegó a la presidencia de Colombia con votos comprados por los grandes grupos económicos que hacen vida en ese país. Ella no es ajena a ese mundo y de hecho la justicia colombiana la condenó a 15 años de prisión. Merlano lo niega y dice que no será “la mártir e ir a pagar una condena por unos delitos que no cometí”.
Después de la audiencia en el Palacio de Justicia de Caracas, Merlano ofreció declaraciones a un medio colombiano. Y esta es la segunda vez que concede una entrevista. Llegó al salón donde conversaríamos acompañados de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), policía política venezolana que la tiene en custodia mientras el Ministerio Público concluye la investigación sobre usurpación de identidad y otros delitos imputados.
“Ajá y qué me va a preguntar”, dijo al saludarnos con un estrechón de manos. Ese día vestía pantalón negro, camisa amarilla y una especie de chaqueta blanca. “Hablan siempre cuestionando mi forma de vestir”, comentó en algún momento. “En las audiencias de la Corte jamás fui mal vestida; quizás mejor de cómo me he vestido aquí”, acotó. Merlano insiste en conocer los temas que abordaremos en la entrevista, pero finalmente dejó de preguntar y se dispuso a responder. “Bueno, bueno, vamos a empezar”, reclamó. “Mi llamado es a que se conozca mi caso, al mundo entero y que se haga justicia. Que conozcan la verdad de lo que es una verdadera mafia política en un país que funge de transparencia y no son más que una cuerda de criminales que poco a poco se están apoderando del país”, dijo.
P.¿Cuándo va a sacar a la luz las pruebas de todo lo que ha dicho?
R.
Me imagino que con (mis declaraciones), también vienen las recolecciones de pruebas, que son suficientes para determinar que todas las afirmaciones y denuncias que yo hice públicamente, tienen total veracidad. Esas pruebas que yo pienso entregar, las pienso entregar en unos escenarios legales, porque como comprenderás, si yo en cada entrevista que hago comienzo a hablar de cada detalle, de cómo ocurrieron las cosas.
Yo pienso que no terminaría una entrevista en un día, ni dos, yo creo que me tomaría una semana completa, que creo que una semana completa que debe la Corte Suprema de Justicia iniciar un proceso conmigo, no solo de rendir declaraciones sino también poco a poco en la medida que voy declarando, ir presentando pruebas. Yo quiero solucionar rápido mi problema, yo no quiero ser una prófuga de la justicia, yo quiero responder ante mis errores, responderle a la justicia pero a una justicia de verdad.
Una justicia con garantías y no ir a pagar una condena de unos delitos que yo no cometí. Como muchas personas dicen ‘que venga a cumplir su condena la presidiaria, la prófuga’. No, yo les voy a decir a los colombianos que piensan de esa manera: el que quiera que yo vaya a pagar una condena por delitos que yo no cometí, yo le sugiero que se presenten voluntariamente a pagar. No tengo porque ser la mártir e ir a pagar una condena de unos delitos que no cometí, vuelvo y repito.
Esas pruebas que yo pienso entregar, las pienso entregar en unos escenarios legales. En un día no puedo contar todo.
P.¿Con qué dinero costeaba su vida en Maracaibo?
R.
Yo tenía miedo de estar en Colombia; entonces fue cuando esa persona me sacó, pero mientras tanto él me dio el número telefónico de alguien a quien yo llamé y mandé para donde un miembro de mi familia, les dije ‘por favor ayúdenme’. Reunieron 20 millones de pesos.
Mi mamá se vino, cuando me encontró no me conocía. Estaba muy nerviosa, incluso cuando me capturan (en Maracaibo) yo estaba muy desorientada. Cuando me trasladaron en avión, yo sentía que estaba tomando un vuelo a mi paz. Y efectivamente es lo que he encontrado en este lugar.
P.¿Después de sus últimas declaraciones ha recibido alguna llamada o amenazas?
R.
Mi familia en este momento está protegida, escondida, tratando de buscar la manera de salir del país, que están a poco de lograrlo, pero sí están escondidos. Sí hubo movimientos extraños. Las amenazas las recibí hace mucho tiempo, cuando por primera vez decidí denunciar y en repetidas ocasiones recibí muchas amenazas, mi padre, mi madre, mi hermana…a mí personalmente me amenazaron con matarme si yo denunciaba. Y han tratado de desestimar bajo toda costa todas mis declaraciones.
Mi mamá se vino, cuando me encontró no me conocía. Estaba muy nerviosa, incluso cuando me capturan…”
P.¿Cuál es el propósito final de contar todo?
R.
A mí a la final lo único que me va a dar un alivio, un fresco, es cuando a mí, en la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General, aunque en este momento no quiera recibir mis declaraciones, tarde o temprano lo va a tener que hacer, porque yo pienso declarar en la Corte y lo que yo declare en la Corte y no tenga relación con aforados, ellos tienen que compulsar copias a la Fiscalía y eso también es legal y eso es lo que la Fiscalía no ha entendido.
P.¿Hasta dónde piensa llegar?
R.
Mira, en el momento que yo pueda comprobar, uno, que el presidente Duque sí compró votos para su elección; que Julio Gerlein y la familia Char, y no Julio, cuando yo hablo de Julio hablo de la empresa Valorcon, junto con una empresa socia con la que han hecho diferentes contrataciones, hicieron un aporte significativo para la campaña de Duque, asimismo compraron los votos. Porque no puede Colombia y el Departamento desconocer que yo era una líder nata, que detrás de mí estaban más de 5 mil líderes apoyándome y esos fueron los mismos líderes que utilizaron para comprar votos para la campaña de Duque. Que quiera ocultarlo, desmentirme, que lo haga; pero yo voy a demostrar que estoy diciendo la verdad y eso me hace a mí un objeto militar para ellos, para las familias poderosas.
P.Ahora que habla de esas familias poderosas, le pregunto: ¿el senador Arturo Char es culpable o inocente de los hechos que le achacan, en su criterio?
R.
Si existe imparcialidad por parte de la Corte y se hace justicia, claro que debe ser condenado. Debe ser condenado en dos escenarios: el primero, porque él hizo parte de ese entramado de corrupción por el que hoy yo estoy condenada; porque quiero recordarte que él hizo un acuerdo con Julio Gerlein para apoyar dos candidaturas a la Cámara y al Senado, como en efecto fue mi candidatura con los recursos del Distrito de Barranquilla en cabeza de su hermano Álex Char y con el apoyo de un gran contratista como lo es Faisal Cure y, por supuesto, Julio Gerlein en cabeza de Valorcon, con el aporte económico de su hijo Julio Eduardo y su familia. Entonces en ese escenario hay muchos delitos por el que él debería responder y ser condenado.
Adicional a eso, hay otro segundo escenario, y es el de mi fuga; porque él fue quien organizó, junto con el otro grupo de personas que te dije, que fueron los hijos de Julio Gerlein, Álex Char, Arturo, los que organizaron mi fuga. Entonces ahí no sé qué delitos están; pero debe ser la Corte la que califique bajo qué delitos va a investigar a Arturo. Y también con mis declaraciones debería compulsar copias de mi testimonio a la Fiscalía, para que la Fiscalía también inicie una investigación por los otros delitos que yo estoy denunciando.
P.¿Cómo se movilizaron los grupos económicos colombianos en las pasadas elecciones presidenciales?
R.
Ellos inicialmente no apoyaron a Duque por una razón: siempre Julio (Gerlein) decía ‘nosotros debemos apoyar al que va a ganar’. Entonces como Vargas Lleras anuló económicamente, contractualmente a toda la clase politiquera, compradora de votos del país, a algunos les dio ministerios, a otros entregó viviendas cuando estuvo de ministro de Vivienda, cuando estuvo de vicepresidente se encargó de girar recursos a todos los departamentos en donde podía tener coaliciones y aliados políticos; entonces, decidieron apoyarlo y toda la maquinaria política se dirigió para elegirlo a él. Qué pasa, que luego de las elecciones, tuvo -nuevamente lo repito- un nefasto resultado: pierde.
Entonces queda en el escenario político Petro contra Duque. Entonces imagínate la clase política tradicional de derecha, jamás va a permitir que un candidato de izquierda se eligiera; entonces, es allí cuando se une toda la clase política, la maquinaria política a apoyar a Duque.
Yo no estoy embarazada. Igual estarlo o no estarlo, no cambia para nada el hecho que me pasó. No entiendo cuál es la doble moral.
P.¿Ha tenido comunicación con el presidente Duque?
R.
Yo obviamente no he tenido ninguna noticia de él, ninguna razón de él; pero él perfectamente sabe que las denuncias que yo coloqué contra él son reales. Que él quiera y la gente crea que es indefenso, que no es capaz, lo tratan de incapaz sí, porque así como ha sido incapaz de gobernar al país, lo tiene vuelto nada, cree que es incapaz de hacer cosas como las que intentó hacer, no hacer sino apoyar y de alguna manera ser cómplice de las personas que quisieron hacerme daño.
P.¿Está embarazada?
R.
No. Yo no estoy embarazada. Igual estarlo o no estarlo, no cambia para nada el hecho que me pasó. Y ya estando aquí, no puedo negar que me han respetado todos mis derechos. Hablan siempre cuestionando mi forma de vestir. Yo no entiendo cuál es la doble moral de mi país, porque finalmente cuando estuve en las audiencias en la Corte, jamás fui mal vestida. Siempre fui bien vestida, quizás mejor vestida de cómo me he vestido aquí.