Solicitarán anular juicio político contra Dilma Rousseff
Movimientos populares y activistas sociales consideran la petición de juicio hecha por el líder de la Cámara, Eduardo Cunha, un chantaje para llevar a cabo un golpe de Estado
Diputados del Partido de los Trabajadores (PT) y de otras formaciones aliadas solicitarán ante el Supremo Tribunal Federal (STF) la anulación del juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, que busca el líder de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
El también opositor e integrante del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) autorizó la apertura de un juicio contra Rousseff con la intención del continuar la campaña de desestabilización en el país para llevar a cabo el golpe de Estado que busca la derecha desde la reelección de la mandataria.
Paulo Pimenta, legislador del PT, consideró esta acción de vengativa y aseguró que carece de bases jurídicas sólidas, por lo que pedirán impugnación, ya que "Brasil no puede ser chantajeado por un implicado en delitos de corrupción y lavado de dinero”, al referirse a Cunha.
Mientras que, Rui Falcao, presidente del PT, dijo que la decisión de Cunha es un "chantaje barato, porque se sintió amenazado por la determinación de diputados del Partido de los Trabajadores de apoyar la continuidad del proceso contra el líder parlamentario en la Comisión de Ética por supuesta quiebra de decoro".
Asimismo, el líder del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierras (MST) João Pedro Stédile, expresó su respaldo a la presidenta brasileña y anunció que saldrán a calles para acabar con los intentos de la oposición de derrumbar el proceso democrático brasileño.
"Cunha no tiene ninguna moral para encaminar un proceso de juicio político. Si él tuviera un ápice de dignidad hubiera renunciado para defenderse en la Corte Suprema, donde se le acusa, con abundantes pruebas de corrupción", señaló Stédile, citado por la agencia Xinhua.
Ante la nueva arremetida de la oposición la jefa de Estado reiteró que su compromiso con las leyes es inquebrantable e incuestionable al referirse a la solicitud de Cunha de abrir un juicio político en su contra por supuestas irregularidades fiscales ocurridas en 2015.
Rousseff dejó que claro que no tiene cuentas bancarias en el exterior y lamenta que la solicitud no tenga fundamento.
Desde que se descubrió el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a Rousseff y a los miembros del gobernante PT con actividades ilícitas para solicitar su destitución.
Para los analistas esta es una estrategia de la oposición, que ya fue utilizada en 2014 por el opositor el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, quien sin tener pruebas acusó a la presidenta de estar implicada en el caso de corrupción.
Recientemente, el Tribunal de Cuentas brasileño no aprobó el presupuesto presentado por el Ejecutivo concerniente al año 2014, por supuestamente “haber modificado el déficit” y ayudado con esto a la oposición en su campaña para destituir a Rousseff.