Brasil busca sanar sus cuentas para curar la economía
Al intervenir en la inauguración de una unidad de producción de etanol de segunda generación en la ciudad de Piracicaba, en el estado de Sao Paulo, Rousseff resaltó que se adoptaron ya algunas mediadas para reducir el gasto y ahorrar recursos, pero se requerirán otras para poner la casa en orden
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó este miércoles que su gobierno busca reequilibrar las cuentas públicas para lograr una reanimación de la economía nacional.
Al intervenir en la inauguración de una unidad de producción de etanol de segunda generación en la ciudad de Piracicaba, en el estado de Sao Paulo, Rousseff resaltó que se adoptaron ya algunas mediadas para reducir el gasto y ahorrar recursos, pero se requerirán otras para poner la casa en orden.
"Hoy buscamos el reequilibrio de las cuentas públicas, que es una parte esencial para que la economía se recupere. Ya hemos tomado una serie de medidas, y algunas ya están dando resultados, como es el caso del reajuste de precios (…) y hay también resultados en un aumento en las exportaciones", subrayó.
La mandataria recalcó que se implementan otras acciones "microeconómicas" para garantizar un ambiente de negocios más amigables para los inversionistas y citó que se realiza un gran esfuerzo para mantener los principales programas sociales como "Mi Casa, mi Vida".
Se trata de un año de transición, de posibilidades para crear las bases y volver a crecer, pues el objetivo es consolidar la expansión de la clase media en Brasil "porque queremos que Brasil sea un país de clase media y, al mismo tiempo, queremos competitividad en relación con otros países", enfatizó.
Al referirse a la instalación de producción de etanol de segunda generación, señaló la importancia de contar con un combustible alternativo al petróleo.
Con capacidad para producir más de 42 millones de litros de "etanol celuloso", esta unidad extrae el alcohol del bagazo y la paja de la caña de azúcar, al reutilizar los residuos de la primera producción, que antes eran desperdiciados.
Para Rousseff, tal paso constituye un salto tecnológico que permitirá al país duplicar la producción de etanol sin ampliar las áreas de cultivo.
/N.A