Islandia inventa un método para evitar que bancos quiebren
El Ministerio de Finanzas de Islandia introdujo esta semana un impuesto del 39% a los inversionistas que quieran reclamar sus activos de los bancos locales y llevarlos fuera del país. A pesar de que a primer a vista la medida puede parecer una ley mordaza económica, en realidad supone un alivio para los círculos financieros locales.
La introducción del llamado ‘impuesto de estabilidad’ significa que Islandia puso fin a casi siete años de controles del capital, es decir, al embargo absoluto que prohibía la salida de capital como tal al extranjero. El embargo fue introducido en 2008 como parte del plan estatal para hacer frente a la tormenta económica global.
La noticia llega poco después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciara oficialmente que Islandia ha dejado atrás la recesión. El portal ruso slon.ru ha hecho una revisión de los puntos claves de la exitosa receta anticrisis islandesa.
Bancos
En 2008, los activos de los tres mayores bancos islandeses —Glitnir, Kaupthing y Landsbanki— eran 14 veces superiores al PIB del país. Para hacerse una idea de la magnitud de la cifra basta decir que los activos del tristemente famoso Lehman Brothers correspondían a un 5% del PIB de EE.UU.
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Pero mientras que EE.UU. destinó billones de dólares a comprar acciones de sus instituciones financieras principales (o al menos de algunas de ellas), Islandia presentó contra sus bancos cargos oficiales por manipulación financiera. El pasado febrero cuatro ejecutivos de Kaupthing fueron sentenciados a entre cuatro y cinco años y medio de prisión, el veredicto por fraude monetario más severo de la historia de Islandia.
Moneda nacional
El colapso de los bancos, cuyo conjunto de activos era de más de 185.000 millones de dólares, disparó la devaluación de la corona islandesa. A diferencia de muchos países, que al encontrarse en esta situación se han esforzado por contener los precios del consumo, Reikiavik no frenó la caída de la moneda nacional.
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En 2009 la inflación llegó a su máximo, un 18%. Pero al mismo tiempo la postura de los exportadores islandeses en el mercado exterior se fortaleció. En 2010, las tasas de inflación empezaron a llegar a los niveles anteriores a la crisis.
Controles del capital
En noviembre de 2008 el Gobierno islandés violó los principios del mercado libre y estableció el embargo a la exportación de capitales. Al principio se planeaba que la normativa estaría vigente durante medio año, pero en realidad la medida ha durado casi siete años.
Resultados
La proporción de la deuda pública de Islandia frente al PIB se disparó en 2008, pero actualmente se está reduciendo de manera estable. El país no solo salió de la recesión, sino que empezó a crecer. En 2014 mostró un crecimiento económico de un 2%, y para 2015 el FMI pronostica un crecimiento del 2,7%. El desempleo, que en 2008 aumentó vertiginosamente, ha disminuido hasta el 4,5%.