Ecuatorianos apoyan reforma a impuesto sobre las herencias
Cientos de ecuatorianos amanecieron este jueves en la avenida de Los Shyris, en el norte de Quito, tras iniciar este miércoles una vigilia en defensa de la Revolución Ciudadana y en apoyo a la reforma al impuesto a las herencias, medida propuesta por el Ejecutivo.
Durante la concentración, a la que acudió principalmente la clase obrera ecuatoriana, se recordaban los logros alcanzados desde 2007 en Ecuador, como la salida de más de un millón y medio de personas de la pobreza. Además, se explicaba el alcance de la reforma al impuesto a las herencias.
El proyecto enviado por el presidente Rafael Correa a las Asamblea Nacional solo afectará al 2% de la población ecuatoriana. De hecho, si se toma en cuenta únicamente a quienes reciben herencias directas, el porcentaje es menor, solo 0,1% de los ecuatorianos con grandes fortunas.
El ministro coordinador de la Política Económica del Ecuador, Patricio Rivera, informó que la tasa aplica a partir de 70.800 dólares heredados y no afecta al cónyuge. Y dio un claro ejemplo: una familia promedio, con tres hijos y un patrimonio de 420.000 dólares (que muy pocos tienen) no pagará nada, puesto que de esa cantidad 210.000 es para el cónyuge y el resto se repartiría entre los tres hijos, un total de 70.000 por persona.
La medida simplemente busca acabar con ciertos vicios o artimañas que usan las personas con grandes fortunas para evadir impuestos.
A la par de la concentración en favor de la revolución, oligarcas y otros opositores al gobierno de Correa, dejaron sus comodidades y lujos para protestar también en la avenida de Los Shyris, contra el proyecto, que ya es analizado por el Legislativo.
Las manifestaciones eran divididas por un cerco policial. Y más que una concentración a favor o en contra de un proyecto se trató de una lucha de clases e ideología. La diferencia entre ambas partes era muy marcada. Por un lado se defendían los logros y derechos alcanzados en los últimos ocho años, mientras que los otros pedían "respeto" a sus privilegios.
En la manifestación opositora, que contaba con la presencia de los medios de comunicación privados (encargados de convocar la concentración), primaba la ropa de marca (lo último de la moda), señores con corbatas acompañados de sus señoras maquilladas y arregladas. Muchos estacionaron sus autos en los centros comerciales aledaños, otros bajaron de los lujosos edificios cercanos a la Shyris.
Este grupo coreaba consignas y portaba pancartas discriminatorias: "borregos", "sanducheros", "borregos, están chanchos (cerdos) de tanto sanduche", "pelagatos", "no envidien, trabajen" y aunque la clase trabajadora estaba del lado de la manifestación a favor del Gobierno ecuatoriano, también gritaban la frase "que se pare el Ecuador".
