Rigoberta Menchú considera que agresión ambiental de Chevrón en Ecuador fue premeditada
Menchú planteó esta afirmación en su reciente visita al pozo petrolero Aguárico 4, en el que se negó a colocarse los guantes para constatar el grave estado de contaminación que dejó la intervención de la petrolera estadounidense, que ha sido acusada de propiciar importantes daños ambientales y que en la actualidad se niega a pagar una multa de 9.500 millones de dólares a 30.000 comuneros por la explotación de crudo en la Provincia de Sucumbíos, en Ecuador
La líder indígena Rigoberta Menchú calificó como premeditadas las acciones contaminantes que la empresa petrolera Chevrón-Texaco emprendió en la amazonia ecuatoriana entre los años 1964 y 1990, y que dejó como resultado la muerte de cientos de familias indígenas y la destrucción de importante hectáreas y especies naturales.
"Es sorprendente, no tengo palabras, porque yo creo que la actitud y los hechos de Chevron-Texaco es premeditada, y creo que aquí hubo un intento de ocultamiento de los hechos", expresó Menchú entrevistada por la Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica (Andes).
Menchú planteó esta afirmación en su reciente visita al pozo petrolero Aguárico 4, en el que se negó a colocarse los guantes para constatar el grave estado de contaminación que dejó la intervención de la petrolera estadounidense, que ha sido acusada de propiciar importantes daños ambientales y que en la actualidad se niega a pagar una multa de 9.500 millones de dólares a 30.000 comuneros por la explotación de crudo en la Provincia de Sucumbíos, en Ecuador.
Cuando introdujo sus manos en los suelos de la región amazónica, Menchú aseguró sentir escalofríos, pues la decadencia del ambiente es palpable y es fácil —afirmó— reconocer el impacto que la contaminación dejó en las vidas de las personas, especies naturales y también en las semillas.
"Creo que hay un trabajo científico que hacer por muchos años futuros, se debe finalizar el juicio y se tienen que resarcir los daños. Hoy la lucha por la calidad de vida no es de una comunidad indígena, sino de todo el planeta en su totalidad", agregó Menchú, quien durante su visita analizó con preocupación los daños que restos de aceite y plomo presentes en el lugar generan en los cuerpos de personas y animales que habitan allí.
"El agua aparenta ser clara, pero cuando uno ve una hoja impregnada de plomo y aceite es demasiado fuerte. Imagino cómo podría actuar el plomo dentro de un estómago humano, o dentro del estómago de un animal", dijo.
Por años, la líder indígena ha sido una activista por los derechos ambientales de las comunidades indígenas ecuatorianas, y conoce en detalle el expediente que la Corte Nacional de Justicia abrió contra la empresa estadounidense, por contaminar millones de metros cúbicos en la Amazonía.
En ese sentido, Menchú afirmó que es necesario crear un poderoso movimiento internacional —que podría congregar a hombres y mujeres galardonado con el Premio de la paz— para promover una lucha y estimular una mejor conciencia sobre el daño que dejó Chevrón a su paso, por 26 años continuos.
La lucha de los comuneros habitantes de la región amazónica, comentó, se ha convertido en un importante tema dentro de la agenda de Estado del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien ha ratificado que los daños causados por Chevrón-Texaco sobrepasan el tema económico y se enfocan en un asunto de violación de derechos humanos y de delito ambiental.
Antecedentes
El desastre ambiental en la Amazonía ecuatoriana generado por la petrolera estadounidense Chevrón-Texaco comenzó en el año 1964, cuando la compañía —considerada una de las más rentables en su país— inició labores de explotación en Ecuador, de donde extrajo 1.5 mil millones de barriles de petróleo, derramando en el proceso más de 19.000 millones de galones de residuos que afectaron los suelos.
En el año 2003, los habitantes de Ecuador presentaron una demanda ante un tribunal internacional, el cual dio un fallo a su favor obligando a la empresa a pagar un multa millonaria ante los daños causados. Sin embargo, esta multa aún no ha sido saldada.
Entre los daños más importantes causados en las comunidades indígenas, está la presencia de múltiples enfermedades, una de ellas el cáncer, que ha cobrado la vida de cientos de familias.
/N.A