Opep respalda a Ecuador en conflicto con Chevron por daños ambientales
Durante los años que operó en Ecuador la empresa Texaco, fusionada con Chevron en 2001, perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió al menos 1.000 piscinas en la selva, donde se arrojaron residuos de crudo, aguas y lodos tóxicos
Los países que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) expresaron su solidaridad con Ecuador frente al conflicto que mantiene con la transnacional estadounidense Chevron, por los graves daños ambientales causados en la Amazonía de esta nación andina.
En un comunicado publicado en su portal web, el grupo informó que durante la reunión ministerial número 167, realizada este viernes en Viena, Austria, los 12 países miembros expresaron "su apoyo a la República de Ecuador en el ejercicio de sus derechos soberanos sobre sus recursos naturales, de conformidad con el derecho internacional", tal como quedó documentado en las declaraciones de las cumbres de jefes de Estado y Gobierno de la Opep realizadas en Argel, Caracas y Riad.
La organización, de la que Ecuador es miembro desde 2007, indicó que recibió información de la delegación ecuatoriana sobre el actual proceso de arbitraje que lleva a cabo en su contra la petrolera Chevron, que operó entre los años 1960 y 1990 en la nación suramericana, y solicitó que se realicen "negociaciones amistosas y se lleve a cabo una resolución de buena fe dentro de un marco de sumo respeto para la soberanía de la República de Ecuador, sin recurrir a medidas coercitivas que dificultarían las soluciones imparciales".
Durante los años que operó en Ecuador la empresa Texaco, fusionada con Chevron en 2001, perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió al menos 1.000 piscinas en la selva, donde se arrojaron residuos de crudo, aguas y lodos tóxicos.
De acuerdo con información del Ministerio de Ambiente (MAE) de este país suramericano, el contenido contaminante de ciertas piscinas era incendiado junto a la vegetación a 200 metros a la redonda. Además, en esta etapa fueron quemados 235.000 millones de pies cúbicos de gas al aire libre. También fueron vertidos en la zona 680.000 barriles de crudo.
En 1993, un colectivo de afectados de la provincia de Sucumbíos inició un proceso legal contra Texaco en un tribunal de Estados Unidos y Chevron heredó el juicio una vez que se concretó la fusión.
En 2003, los afectados presentaron una demanda contra la empresa por el daño ambiental en la Corte Provincial de Sucumbíos y en 2013 la Corte Nacional de Justicia ratificó la sentencia que se había dictaminado en 2011 y en la que se establecía que la empresa tendría que pagar 9.500 millones de dólares, decisión que fue ratificada en todas las instancias judiciales ecuatorianas.
Sin embargo, Chevron se negó a acatar la sentencia al alegar que cumplió con reparaciones ambientales que fueron certificadas por el Estado cuando cerró sus operaciones en Ecuador.
De este modo, la compañía petrolera interpuso en 2009 una demanda de arbitraje ante la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya (Países Bajos) y acusó a Ecuador de violar el Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) con Estados Unidos, suscrito en 1997, y de negarle justicia en el caso interpuesto por pobladores de la Amazonía, a pesar de que había realizado la extracción de crudo entre 1964 y 1990.
Ante este escenario, el Gobierno ecuatoriano denunció que la petrolera lleva adelante una campaña de desprestigio contra el país y su justicia, e inició la campaña La Mano Sucia de Chevron para informar al mundo sobre la catástrofe ambiental ocasionada en esa localidad de la Amazonía, y que comprende visitas de personalidades y artistas al pozo de Aguarico 4.
Actores estadounidenses como Danny Glover y Mia Farrow, políticos como el líder de la izquierda francesa Jean-Luc Melenchon y una nieta del oceanólogo francés Jacques Cousteau, entre otros, han constatado el daño de Chevron en la Amazonía.