Nobel de la Paz a María Corina Machado desata críticas en la política global

La reciente concesión del Premio Nobel de la Paz a la dirigente de extrema derecha María Corina Machado ha generado un torrente de críticas entre figuras políticas y académicas de renombre. Este galardón llega en un contexto marcado por actos de violencia y conspiraciones desestabilizadoras, así como por el impulso de sanciones e intervenciones militares en Venezuela.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó la decisión como vergonzosa y denunció la politización del comité noruego que otorga los premios. A través de sus redes sociales, Díaz-Canel afirmó: “La politización, parcialización y desprestigio del Comité Noruego del Nobel por la Paz ha alcanzado límites insospechados”. Además, rechazó lo que considera una maniobra política destinada a socavar el liderazgo bolivariano de Nicolás Maduro.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum optó por no valorar el premio, señalando que su país siempre respetará la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Su respuesta a la consulta fue breve: “Sin comentarios”.
El expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, también se unió a las críticas, calificando la decisión del comité como una afrenta a la historia y a los pueblos que luchan por su soberanía. “Premiar a una golpista, aliada de las élites financieras y de los intereses extranjeros, convierte el símbolo de la paz en un instrumento del colonialismo moderno”, agregó Zelaya.
Ismael Sánchez Castillo, diputado de la XI Legislatura en el Parlamento de Andalucía, España, subrayó que el galardón a Machado “no es una anécdota ni un simple despropósito mediático, sino una provocación criminal y fascista contra el pueblo venezolano».
Activistas en derechos humanos y académicos también han manifestado su rechazo a la designación. El defensor argentino Adolfo Pérez Esquivel, laureado con el Nobel de la Paz en 1980, cuestionó la falta de acciones positivas de Machado por el pueblo, mientras que el escritor Juan Carlos Monedero sugirió cambiar el nombre del galardón para proteger la memoria de Alfred Nobel.