Diálogo abierto entre Boric y Maduro frente a la polémica de seguridad en la región
En un gesto de diplomacia y cooperación, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha expresado su disposición para entablar un diálogo con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro. Este acercamiento se produce en un contexto de tensiones y acusaciones cruzadas entre ambos gobiernos.
La controversia surgió tras los intentos de vincular los hechos delictivos que ocurren en el territorio chileno con presencia de migrantes venezolanos. En este sentido, la situación escaló cuando Chile llamó a consultas a su embajador en Caracas, en señal de protesta.
Sin embargo, en un reciente punto de prensa, Boric manifestó su apertura al diálogo, destacando la importancia de la colaboración internacional para enfrentar desafíos que trascienden las fronteras. “Nosotros estamos disponibles para tener todas las instancias de diálogo que sean necesarios” declaró el mandatario chileno.
Maduro, por su parte, invitó a Boric a conversar personalmente durante una intervención en su programa semanal “Con Maduro +”, donde denunció que desde Chile “lanzan acusaciones al aire, que después los medios de comunicación y las redes sociales convierten en campañas contra Venezuela”.
En este sentido también recalcó el Jefe de Estado venezolano que se pretende instaurar una matriz de opinión de una supuesta vinculación del Gobierno venezolano a favor de antisociales que se encuentran protegidos por instancias internacionales, “Iván Duque se llevó la delincuencia venezolana a Colombia y les dio estatus de perseguidos políticos; y cómo articuló no solo con el Tren de Aragua, sino con otras mafias que se fueron completicas de Venezuela a Colombia, se las llevó Iván Duque y las incorporó a las estructura de la mafia paramilitar que él dirige”,
Afirmó también el Mandatario venezolano que el Tren de Aragua no existe en Venezuela y que fue desarticulado en un claro
La comunidad internacional observa con interés este posible encuentro entre Boric y Maduro, esperando que se traduzca en acciones efectivas y cooperación bilateral. La resolución de este impasse no solo beneficiaría a Chile y Venezuela, sino que también sentaría un precedente positivo para la diplomacia y la seguridad regional en América Latina.
