Almacenamiento de reservas petroleras se agudiza en el mundo
A partir del acuerdo firmado por los principales productores de crudo a nivel mundial, la extracción de esta fuente de energía también se verá reducida durante 2020
La crisis asociada a la pandemia de covid-19 ha impactado el consumo mundial de petróleo. Dadas las condiciones de aislamiento que prevalecen en la mayoría de los países, la demanda de crudo ha caído a niveles que, según previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), serán los más bajos de los últimos 30 años.
A partir del acuerdo firmado por los principales productores de crudo a nivel mundial, la extracción de esta fuente de energía también se verá reducida durante 2020. Desde mayo, la producción se recortará en 9,7 millones de barriles diarios, una acción que pretende ayudar a recuperar los precios del petróleo, así como agotar una parte de las reservas acumuladas en las semanas recientes.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) calcula que, desde marzo, existe una sobreoferta en el mercado global que oscila entre los 10 y 20 millones de barriles. Este factor es clave para explicar que cada vez haya más problemas para continuar almacenando estas reservas.
La última situación es particularmente grave para México, ya que, por una parte, su capacidad de almacenamiento es baja (11 millones de barriles), además de que su petróleo cada vez es menos atractivo para el mercado internacional.
«Los almacenamientos de Pemex [Petróleos Mexicanos] y las empresas distribuidoras de gasolinas están al tope. El consumo de gasolina se ha reducido brutalmente y no tienes donde meterlo. El Gobierno está perdiendo dinero porque no hay venta de gasolina, y también se verá afectado porque la calidad de nuestro hidrocarburo no es de lo mejor, es crudo pesado. Eso, en comparación con los crudos ligeros como el Brent o el de Arabia Saudí, nos deja en un déficit competitivo», explicó Fausto Álvarez.