Rousseff teme un «baño de violencia» durante campaña electoral
La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, denunció que podrían registrarse graves episodios de violencia durante la campaña electoral de cara a los comicios presidenciales que se efectuarán en octubre de este año.
"Vengo a denunciar lo que puede pasar en la campaña electoral: un baño de violencia sobre nosotros", dijo Rousseff durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, recoge este martes Telesur.
En ese sentido Rousseff hizo referencia a los acontecimientos de violencia la semana pasada contra la caravana del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva que fue bloqueado en varias ocasiones y algunas personas le lanzaron piedras y palos durante su paso por el sur de Brasil.
Rousseff responsabilizó de estos hechos a los grupos de milicias ilegales, y resaltó que el golpe Parlamentario promovido por la derecha brasilera y que la apartó del poder en 2016, abrió la "caja de Pandora", de una derecha fortalecida.
En la rueda de prensa, Rousseff destacó que estos grupos atacaron la cuarta caravana del ex mandatario a su paso por los estados sureños de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, lo que impidió que Lula pudiese asistir a la Universidad Federal de la Pampa. En los actos de violencia resultaron agredidas algunas mujeres por 200 integrantes de milicias, agregó.
Rousseff se refirió a la decisión que tomó el pasado lunes el Tribunal Regional Federal de Porto Alegre, instancia que rechazó, por unanimidad, los recursos presentados por la defensa del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien está siendo acusado de supuesta corrupción.
"La decisión del Tribunal no tendrá efecto inmediato, dependeremos de lo que pasará con el Tribunal Supremo Federal", dijo Rousseff en referencia a la votación que esa corte realizará el 4 de abril para definir si acepta el habeas corpus formulado por el expresidente para impedir la orden de prisión.
Lula fue condenado en julio del año pasado por el juez de primera instancia Sergio Moro a 9 años y seis meses de prisión, condena que aumentó en enero de este año el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región a 12 años y un mes de cárcel.
El sistema judicial condenó a Lula, sin pruebas, por presunto "soborno" al sostener que supuestamente el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) recibiera un apartamento como medio de pago por parte de la Constructora OAS.
Lula es el favorito en todas las encuestas para ganar las elecciones de octubre.