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Enfrentamientos en Bilbao dejan heridos y un ertzaina muerto

El fútbol ha vuelto a ser una perfecta excusa para que dos grupos de violentos se dedicaran a desatar la violencia

El fútbol ha vuelto a ser una perfecta excusa para que dos grupos de violentos se dedicaran a desatar la violencia entre ellos y poner a toda una ciudad en máxima alerta. Los enfrentamientos en Bilbao entre ultras del Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú han provocado la muerte de un ertzaina de la Brigada Móvil (los antidisturbios de la Policía vasca) que sufrió un infarto y falleció en el Hospital de Basurto, muy cercano al lugar de los incidentes, según han confirmado fuentes del Departamento vasco de Seguridad y del Departamento de Salud del Gobierno Vasco .

El ertzaina fallecido es Inocencio Alonso García, de 50 años y natural de Ermua (Vizcaya), que pertenecía a la novena promoción de la Ertzaintza. Según informa ‘El Correo’, horas antes de los enfrentamientos Inocencio comentó "en broma" que casi iba a ser más peligrosa la manifestación de los jubilados "porque no la habían preparado".

La Ertaintza había conseguido separar a las dos hinchadas enfrentadas y, en un momento de relativa calma, cuando el agente permanecía en una fila con sus compañeros vigilando al grupo de hinchas locales, se desplomó al suelo sin que le alcanzara objeto alguno, según pudo presenciar Efe en el lugar del suceso.

Inmediatamente, sus compañeros le quitaron el casco y las protecciones reglamentarias, le giraron hacia un lado y le zarandearon para intentar reanimarle, pero no lo consiguieron y una ambulancia le trasladó hasta el Hospital de Basurto, muy próximo al estadio.

La consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, que ha visitado a los familiares del fallecido en el Hospital, ha destacado el buen funcionamiento del operativo policial. Beltrán de Heredia ha dicho que el agente se sintió mal al bajar de una furgoneta policial y después se desvaneció, y que entre los compañeros que le atendieron estaba su hermano, que también es ertzaina.

El alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha reiterado que, ‘quien la hace, la debe pagar’, y ha defendido el operativo policial desarrollado por Ertzaintza y Policía municipal. Según ha resaltado, los hechos acaecidos requieren, en primer lugar, un gran operativo policial de carácter preventivo que, a su juicio, "funcionó bien desde el día anterior y hasta el momento previo al partido".

"A partir de ahí es necesario que los estamentos del fútbol piensen seriamente sobre esta cuestión. Hinchadas de equipos que van generando y dejando un reguero de violencia deben ser objeto de análisis por la UEFA para que quizá no vayan a mas sitios a partir de ahora", ha valorado.

En opinión del alcalde, se debe analizar qué se puede hacer desde el Ayuntamiento, pero también es necesario exigir "esta reflexión y toma de decisiones al mundo del fútbol".

La jornada había transcurrido con relativa tranquilidad en Bilbao. Decenas de policías han llenado las calles (el dispositivo era de 500 ertzainas y 100 policías locales) de la capital vizcaína en un despliegue de seguridad pocas veces visto. Hasta hora y media antes del encuentro no se reseñaron incidentes de gravedad en la ciudad.

Los problemas comenzaron con la llegada de los ultras rusos a las cercanías de San Mamés. A escasos metros del campo del Athletic, se desató una batalla campal con bengalas, lanzamientos de vasos de cristal, botellas y pelotas de golf.

La Ertzaintza se vio obligada a cargar para poner fin a los altercados. Se volcaron contenedores de basura y se vivieron momentos de cierto pánico, con aficionados de a pie corriendo en una y otra dirección.

En las refriegas han intervenido tanto radicales rusos como miembros de la peña Herri Norte, a los que la Ertzaintza decomisó porras, puños americanos y otros objetos.

Los radicales del Athletic habían convocado una manifestación que fue trasladada de lugar por orden del Gobierno vasco, al estar en el mismo itinerario que el de los aficionados rusos que llegaron al campo embolsados por la policía.

En el interior de San Mamés no se han producido altercados. También en el campo, el dispositivo de seguridad fue del todo extraordinario: hasta 200 guardias jurado vigilaban a la afición moscovita, concentrada en dos parcelas diferentes del graderío de la ‘Catedral’.

De los cinco heridos, tres pacientes permanecen en Urgencias del hospital de Basurto pendientes de diversas pruebas por traumatismos. El cuarto presentaba traumatismo craneoencefálico y herida por scalp en el cráneo y el quinto, de nacionalidad rusa, permanece en evolución en el hospital con traumatismo craneoencefálico leve.

Nueve personas, todas ellas varones, cinco del País Vasco; tres rusos aficionados radicales del Spartak de Moscú y un polaco, han sido detenidos. Así lo ha indicado a Efe esta madrugada una portavoz del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, que ha añadido que los detenidos continúan en dependencias policiales por presuntos delitos de desórdenes públicos y riña tumultuaria.

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