EE.UU. pagó a psicólogos para crear métodos de tortura aplicados por la CIA
El Comité Selecto de Inteligencia del Senado de Estados Unidos divulgó este miércoles la identidad de dos psicólogos militares, quienes recibieron 80 millones de dólares para idear los programas de tortura
El Gobierno de Estados Unidos(EEUU) pagó a dos psicólogos militares para que desarrollaran los programas y técnicas de tortura utilizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en contra de prisioneros sospechosos de terrorismo, de acuerdo a un informe del Comité Selecto de Inteligencia del Senado estadounidense.
Los involucrados, James Mitchell y Bruce Jessen, expsicólogos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, fueron identificados como los autores intelectuales de las llamadas “técnicas de interrogación mejorada” que incluyen ahogamiento simulado, privación del sueño o rehidratación anal, entre otras.
El reporte fue divulgado por el Comité Selecto de Inteligencia del Senado que investigó el Programa de Detención e Interrogación de la CIA.
Ambos profesionales recibieron 80 millones de dólares para desarrollar el programa de técnicas de “interrogación mejorada” en contraposición al programa Sobrevivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE) que forma parte del entrenamiento al que se someten algunos militares estadunidenses.
El SERE ofrece a los soldados estadounidenses técnicas de sobrevivencia ante la eventualidad de ser prisioneros de guerra.
De acuerdo al reporte, Mitchell describió 12 técnicas similares a las aplicadas por SERE para ser utilizadas en sospechosos de terrorismo incluyendo abofetear, confinamiento múltiple, permanecer de pie por largo tiempo, uso de pañales, insectos y entierro simulado.
El Senado de EE.UU., hizo público el martes un resumen de 480 páginas de un informe sobre la aplicación de torturas a sospechosos de terrorismo por parte de la CIA y admite que las tácticas aplicadas por la agencia de inteligencia fueron más brutales de lo que se creía. De acuerdo con el Comité de Inteligencia del Senado, la CIA engaño a los estadounidenses.
El informe describe las técnicas de tortura aplicadas a sospechosos de terrorismo por parte de la CIA durante el mandato de George W. Bush, tras el ataque contra las Torres Gemelas acaecido el 11 de septiembre de 2001.
Las torturas fueron aplicadas en centros de detención clandestinos y en la ilegal base militar de Guantánamo, área ocupada por el Gobierno de EE.UU., sin el consentimiento del Gobierno o el pueblo cubano.
