Especuladores inflaron precios de los alimentos en mercados caraqueños (+ Lista)
Una de las infracciones cometidas por los comerciantes, y que han contribuido con la especulación, es el irrespeto al Precio de Venta al Público (PVP). En Guaicaipuro esto ocurre con frecuencia
El alza de los precios de los rubros alimenticios parece ser uno de los mayores problemas con los que debe lidiar el caraqueño a la hora de hacer mercado. En el Mercado de Guaicaipuro esta parece ser una costumbre de los comerciantes.
“Cada día sube todo, por eso debemos aumentar”, manifestó la dueña de un puesto de alimentos en el espacio comercial, quien intentaba defender sus altos precios.
Allí, hace solo un mes, un kilo de leche se vendía en Bs 20 mil y ayer se ofertaba en Bs 34 mil, según se pudo constatar durante un recorrido realizado por Ciudad CCS.
La presentación de 900 gramos de fororo hace un mes marcaba Bs mil 950 y ayer se ofertaba en Bs 3 mil 900, es otro de los ejemplos que dan cuenta del alza desmedida de precios.
Una de las infracciones cometidas por los comerciantes, y que han contribuido con la especulación, es el irrespeto al Precio de Venta al Público (PVP). En Guaicaipuro esto ocurre con frecuencia.
Por ejemplo, una margarina de 500 gramos que marca Bs 4 mil 730 es vendida sin ton ni son en Bs 5 mil. Esto les da a los comerciantes la posibilidad de “hacer frente a la inflación”, aunque para ello incurran en el delito de remarcaje, tipificado en la Ley de Costos y Precios Justos.
El azúcar es un rubro cuyo precio hace un mes estaba en Bs 4 mil 800 y hoy está en Bs 9 mil, lo cual sugiere un incremento del 46,6%. Con el arroz sucedió algo similar, pues costaba alrededor de Bs 6 mil 500 y ayer se vendía en Bs 9 mil 500, es decir se oferta con un incremento de 31,5%.
PRECIOS EXORBITANTES
Tan solo pasear por algunos comercios en la ciudad es necesario para darse cuenta que algunos vendedores colocan precios que son realmente una grosería.
En el Mercado de Guaicaipuro se expende una presentación de 4 kilos y medio arroz importado en Bs 59 mil.
En el Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela se consigue un endulzante elaborado a base de stevia, de una reconocida marca nacional, en Bs 19 mil 398.
Esta situación, obviamente, no es bien vista por algunos usuarios, quienes se quejaron tajantemente de la recurrente especulación en la mayoría de los puestos de venta y comercios capitalinos.
“No es justo que solo porque sean productos importados deban venderlos tan caros, es algo absurdo todo esto”, dijo José Briceño, habitante de la parroquia El Recreo.
Algunos comerciantes se hacen la vista gorda y justifican su irregularidad alegando que deben reponer los inventarios.
Otros manifiestan que una de las excusas de los comerciantes es que muchos de los productos que expenden no son producidos en el país, son artículos importados, los cuales son pagados con divisas por sus proveedores.
“Sé que está caro, pero imagínate que yo no aumente, al mes siguiente caigo en quiebra, porque el que me vende a mí no va a venderme barato, sino que me va a remarcar mi precio”, dijo.
USUARIOS BUSCAN OPCIONES
El envase de 1.8 litros de leche líquida tiene un valor que oscila entre los 4 mil 700 y los 5 mil bolívares. Sin embargo, si se toma en cuenta que un kilo de leche en polvo (equivalente a 8 litros de leche líquida) ronda los Bs 34 mil, se puede apreciar un leve ahorro.
María Guédez, habitante de la parroquia San Agustín, decidió suprimir de su dieta la leche y sustituirla por derivados de este producto. “Prefiero comprar queso, que aunque también está costoso, lo consumo más, pues no puedo costear un kilo de leche en polvo a ese precio”, dijo.
Ante la escasez de harina de maíz han optado por comprar el maíz pilado para hacer las arepas. Otros prefieren adquirir verduras, pues son más accesibles.
“No importa lo que digan, yo no dejo de comprar yuca, pues es barata y es un carbohidrato pesado que puede sustituir al arroz o a la pasta”, manifestó Maikel Piñero, habitante de Catedral.
Recientemente el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció un aumento de salario mínimo de 50%, así como el incremento en 2 unidades tributarias al bono de alimentación a partir del 1 de julio. Aunque los trabajadores no han cobrado aún el nuevo sueldo, el fenómeno de la especulación no se ha hecho esperar.
Durante el anuncio, el jefe de Estado, manifestó: “Tenemos que regular los precios, para que se respete la calidad de vida de los venezolanos”.
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