Unasur y ALBA-TCP unidos en la solidaridad, cooperación, soberanía y autodeterminación
El ALBA-TCP reitera que la solidaridad, la cooperación, la defensa de la soberanía y autodeterminación, la participación y el pluralismo son principios que comparten la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Tratado de Comercio de los Pueblos y la UNASUR para la liberación de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, así lo señaló el Secretario General del ALBA-TCP, Embajador David Choquehuanca.
Destacó el Embajador que a diez años de la creación de UNASUR pareciera que “en momentos en que en América Latina y el Caribe los avances en materia de integración parecen verse amenazados por el surgimiento de liderazgos conservadores, distanciados de la realidad de nuestros pueblos y alineados con quienes nunca han querido una Latinoamérica y el Caribe unidas”.
Asimismo expresó en nombre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) las sinceras palabras de felicitación al cumplirse hoy 17 de abril de 2017 el X Aniversario de la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Recordó que el 17 de abril de 2007, los Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur, reunidos en la Isla de Margarita en el marco de la “Cumbre Energética Suramericana”, decidieron fundar la UNASUR. Espacio de integración que nació como herencia de la visión estratégica de grandes líderes políticos como los Presidentes Evo Morales y Rafael Correa; los ex Presidentes Néstor Kirchner, Luis Ignacio Lula Da Silva y el Comandante Eterno Hugo Chávez, entre otros.
La creación de la UNASUR logró vencer el pensamiento colonial de una Suramérica dividida durante tanto tiempo, recuperando nuestra identidad libre y soberana, con diversidad de visiones, pero con un solo destino histórico que compartimos, dijo.
En este contexto el Embajador Choquehuanca citó las palabras de Simón Bolívar: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.
El trabajo de la UNASUR en los ejes de Paz, Democracia y Derechos Humanos fortalece la integración de nuestra Patria Grande, al igual que el diálogo político plural, la diversidad cultural y la participación social. Suramérica declarada Zona de Paz es un patrimonio de nuestros pueblos, al que nunca vamos a renunciar, remarcó.
Para el Secretario General Choquehuanca la Paz, no es solo la ausencia de guerra, donde la pobreza que existe en nuestra región puede ser todavía una peor forma de violencia. La inequidad y la desigualdad construida y alentada por los modelos capitalistas son también enemigos que debemos enfrentar para recuperar nuestra dignidad humana”.
En esta década- enfatizó- que la UNASUR como espacio de integración ha permitido alcanzar importantes acuerdos en base al consenso, esta nueva integración suramericana, con respeto en las diferencias y destacando la diversidad, puede exhibir logros importantes a nivel de diálogo político; participación en Misiones Electorales y en reconocer la importancia de lograr la armonía con la Naturaleza, con la Madre Tierra, lo que es fundamental para lograr un desarrollo sostenible.
EL Embajador David Choquehuanca desde el ALBA-TCP envia un mensaje de reconocimiento a la PPT de Venezuela, especialmente a la gestión de la hermana Delcy Rodríguez Gómez, Ministra del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela, quien ha liderado en diversos espacios, una lucha en defensa de esta nueva integración, la soberanía, la unidad, el respeto, la paz e independencia de nuestros pueblos, en tiempos en que Latinoamérica y el Caribe se enfrenta hoy a una nueva batalla por defender su independencia y soberanía.
“La respuesta ante la agresión imperialista debe ser más unión, más hermandad y más integración de nuestras naciones, por ello, desde el ALBA-TCP alentamos la cooperación y convergencia entre los organismos de integración de la región”.
El ALBA-TCP en este X Aniversario recuerda las palabras del Comandante Fidel Castro en la sesión inaugural de la II Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, el 23 de julio de 1992: “Divididos, nuestros pueblos no podrán garantizar su independencia, el respeto de los poderosos, el bienestar a que aspiramos y un lugar decoroso en el mundo”, concluyó el Embajador.